A la afición del Cádiz no le ha gustado la forma de perder el partido contra el Real Madrid. Al finalizar el choque, los jugadores se acercaron como siempre a la zona de Fondo Sur para agradecer el apoyo recibido y se encontraron con aplausos, pero también con un mensaje claro.
El grito que salió de la grada fue el de "échale huevos", una recriminación que sólo sale cuando el respetable considera que no se ha dado todo sobre el campo. Puede ser una simple sensación porque no hubo mala actitud en los jugadores del Cádiz, pero se echó de menos más intensidad en muchos momentos del partido.
Al final todo se decide por detalles y por calidad, pero en un partido contra el Real Madrid lo mínimo que se espera es que los amarillos impongan su intensidad al rival. Después de tres semanas sin fútbol, dio la sensación de que el equipo no estuvo al ciento por ciento en todo momento.
En las redes sociales se comentaba algo parecido a la conclusión del choque. Dolió que el rival fuera capaz de vencer andando ante un equipo mucho más necesitado.