El fallecimiento de Manuel Ruiz de Lopera a los 79 años ha traído muchos recuerdos entre los aficionados del Betis, de fútbol en general y también del Cádiz. Esa personalidad tan única también se dejó notar en relación al club gaditano, con quien mantuvo una relación muy especial. En más de ocasión llegó a decir que era su segundo equipo y tuvo un detalle fundamental en la historia del club.
Todos recuerdan el episodio en el que Lopera accedió a jugar gratis el Trofeo Carranza renunciando a la cantidad que le correspondía para ayudar al Cádiz. La entidad cadista pasaba por un momento muy delicado a nivel económico y ese gesto sirvió para que los profesionales del club pudieran salir adelante.
Pero como siempre pasaba con Lopera, del amor al odio se pasaba con mucha facilidad. Cuando el dirigente verdiblanco consideró que el Cádiz no estaba teniendo la gratitud que se merecía el club bético, tomó represalias.
🖤 El Cádiz CF quiere expresar su más sentido pésame a los familiares y amigos de Manuel Ruiz de Lopera, expresidente bético.
Descanse en paz.
— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) March 24, 2024
En 2009, el entonces presidente del Cádiz, Antonio Muñoz, decía públicamente que Lopera no había dejado que Xisco fuera cedido al club amarillo por una cuestión de celos. "Lopera no ha permitido que Xisco fiche por el Cádiz por un tema de celos, ya que el Betis no ha sido invitado a los últimos Trofeo Carranza disputados". Supuestamente, el dirigente verdiblanco había incluido cláusulas para que Xisco no fuera al Cádiz y sí al Levante.
También usó al Cádiz para amenazar a un jugador como Vogel con el que tenía sus diferencias a nivel contractual. Igual que hizo con Joaquín, al que quería mandar al Albacete, en este caso metió por medio al Cádiz en una operación que desde un primer momento se sabía que no iba a ninguna parte.
Del Betis llegó Benjamín Zarandona el año del ascenso a Primera con Víctor Espárrago como entrenador y después otros como el delantero Dani o el portero Contreras.