El Cádiz consiguió un triunfo agónico ante el Getafe en casa. Lo necesitaba sí o sí para seguir creyendo en la salvación. El gol de Rubén Alcaraz de penalti en el 35 hace que al menos matemáticamente todavía tengan opciones.
Tras el partido ElDesmarque preguntó en los aledaños del estadio a los aficionados si todavía creían en la permanencia. El sentir general es que es algo prácticamente imposible, aunque todavía hay algún resquicio para la esperanza.
"Seguimos vivos", decía uno de los aficionados. "Se cree todavía. Hay pocas esperanzas, pero se puede conseguir", decía otro de ellos. Algunos creen que este apretón en el final debería haber llegado antes ya que quizás ahora el esfuerzo no tenga recompensa y también hay cierta indignación con la directiva y su gestión.
El conjunto entrenado por Mauricio Pellegrino marcó al transformar Rubén Alcaraz (m.34) un penalti cometido por el defensa togolés Djené Dakonam sobre Chris Ramos. El encuentro tuvo un tiempo para cada equipo. Una gran superioridad y numerosas llegadas locales en la primera parte y la tardía reacción de los visitantes en la segunda.
Con 1-0 en el electrónico, el susto para los cadistas llegó a los 75 minutos, cuando Juanmi Latasa, que había entrado en la segunda mitad, recogió un rechace a tiro del inglés Mason Greenwood. Batió al argentino Conan Ledesma, aunque el gol fue anulado por fuera de juego del futbolista azulón.
Un manotazo del togolés Djené Ortega sobre la cara de Ramos en el área fue sancionado con penalti. Le transformó Rubén Alcaraz a los 34 minutos para alimentar la esperanza de los gaditanos.
Tras la reanudación, el Getafe salió a buscar el empate y con los cambios realizados por José Bordalás ganó presencia en el campo. Las embestidas de los madrileños hacia la portería de los locales pretendían hostigar las líneas rivales y un disparo de Luis Milla, tras un combinación del ataque visitante, salió rozando el larguero y llevó el susto a los cadistas (m.66).
Los getafenses siguieron a la carga y un centro al segundo palo fue rematado a gol por Juanmi Latasa, pero el árbitro no concedió el tanto por fuera de juego a falta de un cuarto de hora para los 90 minutos reglamentarios.
El juego estuvo nivelado durante los minutos finales, con un fútbol homogéneo que hizo desaparecer de las áreas las jugadas de peligro y con el Cádiz manteniendo una victoria fundamental para coger aire dentro de su agonía clasificatoria y, por supuesto, a la espera del resto de resultados de sus rivales directos en esta jornada.