Mágico González siempre está de moda. Hace pocos días que se ha inaugurado el Museo del Estadio Nacional y también una estatua. El Cádiz no pudo estar en esos actos por la avería que todo el mundo conoce, pero su presencia sigue constante, como se ha podido ver en un documental producido por el Instituto Nacional de Deportes de El Salvador.
El club amarillo aparece permanentemente y toman la palabra desde el presidente, Manuel Vizcaíno, hasta excompañeros suyos como Chico Linares y Pepe Mejías, además del fotógrafo Joaquín Hernández, Kiki.
Llaman la atención los testimonios de Linares y Mejías, que echan por tierra parte de la leyenda que acompaña al mito salvadoreño. "Cuando lo vi entrenar pensé que habíamos traído un genio. Te resolvía en cualquier jugada. Le encantaba salir, igual que a la mitad de los que teníamos esa edad. Yo nunca lo he visto borracho", dice Linares.
Pepe Mejías destaca que "era un chaval muy sencilla, no sabíamos qué futbolista era hasta que lo vimos entrenar. Jorge destacaba en todos los sentidos y dependíamos mucho de él. Jorge nunca dejó de jugar un partido por lesión o por llegar tarde a un entrenamiento. Dormía a deshoras, pero dormía y estaba físicamente bien. Yo también bebía y fumaba y en aquel momento no se le daba tanta importancia, era algo normal".
Vizcaíno ensalza la figura del salvadoreño hablando de un talento que es complicado de encontrar: "Yo he sido un admirador de Mágico desde niño porque su fútbol era distinto. Hay dos jugadores que me han transmitido esa imagen, que son Maradona y Mágico. Lo que era una forma circense de entender una pelota de fútbol eran estos dos. A él no se le puede formar porque tiene su ritmo. No es ningún analfabeto ni un tirado, sabe perfectamente lo que quiere"