Hace pocos días se conocía que el Cádiz le había comunicado que podía buscarse equipo porque no entraba en los planes para la temporada. Álex Fernández, después de siete temporadas en el club, tenía las puertas abiertas a pocos días del cierre del mercado.
Finalmente ha seguido en la plantilla y como el fútbol, al igual que la vida, concede en muchas ocasiones segundas oportunidades, se ha convertido en clave después de ser prescindible. Saltó al campo con todo en contra, con la sensación de que el panorama estaba muy negro, pero todo cambió.
Un penalti de nuevo, como en otras ocasiones. Han sido muchas las penas máximas convertidas por el madrileño y, sin Alcaraz en el campo, estaba claro que la responsabilidad sería para él. Una vez más fue capaz de transformarlo y le dio vida a un equipo que estaba en avanzado estado de descomposición.
Apareció por muchas zonas del campo y mostró un nivel al que no estaba llegando desde hace tiempo. Paco López se ha mostrado muy respetuoso con él públicamente, pero el centrocampista ha vivido momentos complicados en los últimos días sabiendo que estaba en entredicho. Ahora ya ha dado un primer paso para demostrar que puede seguir siendo muy útil.