El Cádiz CF arrancó ganando su partido ante el Granada CF en el Estadio Nuevo Mirandilla. Un encuentro en el que Chris Ramos, que volvía a la titularidad con Gaizka Garitano, logró abrir la lata con un gol a los 28 minutos de juego. Eso sí, este tanto se sucedió de una manera poco afortunada para el cuadro granadinista. Y es que proviene de una pifia a medias entre Martin Hongla y Diego Mariño que pescó el ariete gaditano.
Y es que todo surge de una acción sin aparentes problemas en el que el Granada CF tenía el balón controlado. Martin Hongla recibió el balón abierto al costado derecho del granada, jugando hacia atrás un supuesto pase de seguridad hacia el portero. Sin embargo, Diego Mariño no estaba en posición de recibirlo y, cuando se dio cuenta, ya tenía el balón prácticamente encima. Entonces se lanzó al suelo para tratar de despejarlo, con tan mala suerte que este quedó suelto y con él vencido en el suelo.
Chris Ramos, que permanecía atento a la jugada en todo momento, acompañando la acción, detectó desde el principio que Diego Mariño podía cometer el error. Entonces acudió a la presión, obligando al meta vigués a intervenir con urgencia y metiéndole el miedo en el cuerpo. Y así acabó sucediendo: el portero no acertó a despejar y el balón quedó en posición franca de gol para el ariete cadista. De este modo logró poner por delante al Cádiz CF y marcar su noveno tanto de la temporada.
Más allá de eso, lo cierto es que Diego Mariño se recompuso bien de ese error. Tanto es así que, sobre el minuto 60 de partido, recibió el balón hacia atrás procedente de un compañero. Ante la presión de Rubén Sobrino, el vigués tiró de sangre fría y dejó un recorte dentro del área pequeña que bien pudo haber acabado en el segundo tanto cadista. No fue así, logró salir del entuerto y sacar la pelota jugada hacia Manu Lama.