Krohn-Dehli puso la guinda

Dolorosa derrota del Celta (4-0) ante el Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán en el partido de ida de semifinales de Copa del Rey. Un partido en el que el conjunto blanquirrojo siempre fue superior al celeste, y en el que el desastre se multiplicó por dos.

Si la primera parte de la catástrofe la marcó el hecho de que el Celta recibiera cuatro goles, y dos de ellos en menos de cinco minutos, la segunda fue que Krohn-Dheli, actual jugador del Sevilla y exfutbolista del Celta -llegó libre este verano al Sánchez Pizjuán-, fue el encargado de meter el último gol del partido; la guinda del pastel.
El centrocampista danés no pudo evitar aumentar las distancias en el marcador cuando, en el tramo final del partido, recibió el esférico en una contra y se quedó a solas frente a Rubén Blanco. Tuvo que culminar la jugada y dar la estocada final al partido, y posiblemente a la eliminatoria.
Eso sí, Krohn-Dehli, consciente de su pasado celeste -y de la ventaja blanquirroja-, decidió no celebrar su gol y quedarse inmóvil después de que el esférico tocara la red de la portería. Una muestra de respeto y de fair play elogiables.