La actualidad deportiva ha dejado en segundo plano el lío institucional que protagonizaron el día a día del Celta en los últimos meses del 2016. Pero esto no quiere decir que Carlos Mouriño, presidente del club, haya abandonado su proyecto de comprar Balaídos o construir un nuevo estadio en Vigo. De hecho, el máximo accionista del Celta ha iniciado su ronda de contactos con los partidos políticos con representación en el consistorio olívico.
Su primera, y hasta ahora única reunión, fue el pasado jueves 12 de enero, tal como explica Faro de Vigo. En ella el presidente del Celta mantuvo un "cordial" encuentro con los tres concejales de En Marea. Lo más relevante de la reunión es que Carlos Mouriño mostró la oferta de compra del holding chino para demostrar que la venta del Celta no está vinculada con la compra del estadio de Balaídos. Rubén Pérez, portavoz de En Marea sostuvo su negativa a la venta del estadio municipal al Celta a través de una subasta pública aunque se mostró favorable a la construcción de un nuevo estadio en Vigo, con la participación de otras entidades como la Zona Franca.
También, según las informaciones aportadas por el Faro, Rubén Pérez propuso a Carlos Mouriño que compareciese ante el pleno municipal y que urgiese al actual gobierno socialista a agilizar la redacción de un nuevo plan general de ordenación urbana para construir una nueva ciudad deportiva. Lo que En Marea no comparte es la "necesidad de engordar" el patrimonio del Celta. Este martes 17 de enero, Mouriño se reunirá con el Partido Popular, para concluir esta ronda de reuniones con el Partido Socialista. Tras esto pedirá, mediante un escrito, que el Ayuntamiento inicie los trámites para poder adquirir el estadio de Balaídos a través de una subasta pública.