Con retraso, con caras de felicidad absoluta que ocultaban el cansancio de un largo viaje el Celta ya ha llegado a Vigo tras eliminar al Shakhtar Donetsk en la noche este jueves en el Metallist Stadium de Járkov. El vuelo que tenía que traer a la expedición celeste de regreso llegó un poco más tarde de lo previsto. Que se tuviese que jugar una prorroga podría explicar ese pequeño retraso.
La llegada del Celta estaba prevista para las 6.30 de la mañana y ahí los más incondicionales seguidores del equipo habían preparado un recibimiento al equipo en el aeropuerto de Peinador. Eran un centenar de aficionados que esperaban ansiosos a unos jugadores que habían logrado la gesta de eliminar a uno de los favoritos de la Europa League, el Shakhtar.
Tenían preparados sus aplausos, sus cánticos, pero estos tuvieron que esperar, porque el Celta llegó a las 7.45, una hora larga de retraso que no minó la moral de los presentes que aguantaron impasibles a pesar de las horas intempestivas en las que se encontraban. Llegó el equipo, regresó para descansar, al menos unas horas ya que hoy viernes tendrán que volver al trabajo si Berizzo no decide darles el día de descanso.
Será a las 16.30 en A Madroa, en un entrenamiento festivo donde la afición podrá ver de cerca a los suyos y celebrar con los jugadores este pase a los octavos de final, momento en el que ya sabrán cual será su próximo rival tras el sorteo a la una de la tarde en Nyon.
A la salud de todo el celtismo!, hay que estar orgullosos de la demostración de #AFOUTEZAECORAZON de estos jugadores. #HalaCelta #NextRound pic.twitter.com/bzdTvajgx2
— Ernesto Vieito (@ernestovieito) 24 de febrero de 2017