Pape ya es historia en el Celta de Vigo. El canterano vivió su último día en el estadio que le jaleó en cada partido en el que defendió la celeste, en Balaídos. El jugador quiso volver a Vigo para despedirse del que ha sido su equipo, "el que le ha dado la vida", y hacerse abonado del equipo al que ahora seguirá como aficionado, de un Celta que guarda en el corazón. Así fue su despedida en fotos.