El Celta de Vigo llega a la octava jornada con sólo ocho puntos en su casillero y con muchas dudas en su parcela defensiva. Una zaga que además cuenta con dos bajas muy sensibles. Los dos futbolistas que pueden actuar con fiabilidad en el lateral derecho han caído por sendas lesiones musculares. Unzué no podrá contar con Hugo Mallo y Facundo Roncaglia. Para complicar más la situación, en ataque, el navarro tampoco podrá alinear a Maxi Gómez.
Una plantilla con sólo 17 jugadores de campo, uno más si se considera a Brais Méndez como miembro de pleno derecho del equipo. Esto deja a Juan Carlos Unzué con sólo 15 hombres para 10 puestos. Pero si las bajas son un problema para confeccionar el once, su diseño también se verá afectado por los minutos que han disputado los internacionales del Celta con sus selecciones.
Especial cuidado habrá que tener con Pablo Hernández. El mediocampista chileno se marchó lesionado a la convocatoria de su país. Fue titular en los dos encuentros tras una recuperación casi milagrosa que ahora deben valorar los galenos celestes. Es posible que el 'Tucu' necesite descanso y reposo, por lo que su presencia en el estadio Gran Canaria puede estar comprometida para evitar males posteriores.
Con estas variables las opciones del equipo no son muchas. Rubén Blanco seguirá siendo el portero elegido por tercer choque consecutivo, un cambio de tendencia que, unido a la falta de oferta para renovar el contrato de Sergio, puede indicar que el mosense se ha ganado el puesto de la meta celeste de aquí a final de temporada si su rendimiento es satisfactorio.
En defensa llega la primera duda: quién ocupará el lateral derecho. Si no hay cambio de sistema Sergi Gómez será el escogido, por lo que los dos centrales que quedan, Cabral y Fontàs ocuparán el eje de la zaga. En el lateral zurdo se situará el cuarto defensa sano del equipo, Jonny. Esto obligará a Unzué a contar con un defensa del filial, que deberá ser Diego Alende.
En mediocampo, con la duda sobre el estado físico de Pablo Hernández y la recuperación de Radoja, el puesto de pivote debe ser para el serbio. Acompañando a Radoja estará un descansado Daniel Wass que deberá ayudar a Sergi Gómez a cubrir la banda derecha. El tercer miembro será Jozabed, que ha podido entrenar estos días, al contrario de Lobotka, que ha estado jugando con la selección eslovaca. El 'Tucu' se quedará en el banquillo y podrá reforzar el mediocampo en la segunda mitad.
Arriba, con la baja segura de Maxi Gómez, Guidetti, que no jugó un solo minuto con Suecia, se perfila como la opción más clara dejando a Emre Mor de nuevo en el banquillo. Si el sueco entra como nueve del equipo, Iago Aspas seguirá desplazado en el extremo derecho. En la banda izquierda Unzué no se puede permitir dejar de contar con Pione Sisto. Su rendimiento de cara al gol y su facilidad en esta temporada para dar asistencias se antojan vitales para que el Celta sea capaz de superar el mal fario que le persigue en el estadio Gran Canaria.
Con este once se quedarían en el banquillo Sergio Álvarez, Diego Alende, Brais Méndez, Pablo Hernández, Hjulsager, Emre Mor y Jozabed. Un once con dos miembros del Celta B, fruto de una planificación donde se ha priorizado tener una plantilla muy corta.