No cabe duda de que Iago Aspas es uno de los jugadores más importantes de la historia del Celta. Un jugador especial, que desde niño soñó con vestir la camiseta celeste, y que ha dado todo por el club de sus amores.
Salvó al Celta de descender a Segunda B en su debut con un doblete en Balaídos, a los tres años lo subió a Primera División, lo salvó de descender de nuevo a Segunda y luego lo clasificó a Europa League.
Una relación la del Celta y Iago Aspas que hoy cumple 22 años. Es el tiempo que ha pasado desde que el jugador de Moaña entró en la cantera celeste. Y todo gracias a una mentira, el club admitía solo a niños mayores de nueve años y él tenía ocho, por lo que se sumó un año. El Celta al ver las cualidades de aquel niño que llegó tan ilusionado a A Madroa, hizo la vista gorda y le admitió.
Gracias a esa pequeña mentira, el celtismo ha podido disfrutar de uno de los jugadores más especiales de la historia del club, y al que aún le queda un largo camino por recorrer.