Hace apenas unos meses, Carlos Mouriño, presidente del Celta de Vigo, reiteró en diversas ocasiones su intención de desvincularse de la ciudad olívica y trasladar la sede a un nuevo domicilio social que le permitiera realizar todos los planes que tenía en mente y que las autoridades gallegas y locales le impedían. Pero hubo un cambio de planes en la directiva motivado por un ejemplo que prefirieron no seguir: el del Real Oviedo.
Durante una conferencia en la sede del Círculo de Empresarios de Galicia, Antonio Chaves, director general del Celta, confesó que desde la directiva celeste habían estudiado las posibilidades de salida del club de la ciudad de Vigo, llegando a la conclusión de que lo más sensato era fortalecer las raíces y no romperlas definitivamente.
Para ello, estudiaron en profundidad el caso del Oviedo, club que adquirió el empresario mexicano Carlos Slim, amigo de Carlos Mouriño. "Nos llamó la atención Carlos Slim. El Principado paga una cantidad anual al Oviedo y si sube a Primera, -esa cantidad- se ampliará. Entonces, un empresario pensaría que si el Principado te da cuatro millones al año, a diez años tengo 40 millones asegurados".
De este modo, prosiguió: "Voy a hablar con Slim, a ver cuánto cuesta el club asturiano, que serían 80, 90 o 100 millones y luego traslado la sede social, porque los clubes no dejan de ser sociedades anónimas privadas y por lo tanto se puede cambiar de domicilio social, en vez de celeste me visto de azul y tengo a Aspas, a Wass, una serie de activos que traslado allí y es jauja", explicó Chaves en tono irónico.
Reconoció además que la idea de marcharse de la ciudad llegó tras conseguir pasar el concurso de acreedores y sanear las cuentas de la entidad, ya que se llegó a "una fase de patrimonialización del club que casi nos lleva a irnos. Nos sentíamos como leones enjaulados en los últimos años porque no éramos capaces de crecer. Notábamos que teníamos capacidad económica y ganas para crecer, proyectos bonitos, pero en Vigo era imposible. Era la sensación de impotencia que teníamos y seguramente por un problema nuestro de gestión".
No obstante, recordó que "hace un año y medio, el presidente se plantea la salida de Vigo, también empujado por mí, porque creíamos que el proyecto se estaba agotando. Hemos querido comprar el Colegio Hogar, el Cine Fraga, hacer una ciudad deportiva y un centro comercial en la fábrica de Álvarez, hemos querido comprar Fragoselo... Han sido muchos proyectos que suponen mucho trabajo y muchas ilusiones. Finalmente, cuando te dicen que no a todo, el presidente llega a la conclusión interna de empezar a escuchar ofertas. Y escuchando ofertas nos damos cuenta de que el Celta es un club apetitoso para americanos, catarís o chinos, pero no para gallegos ni españoles y eso nos hace recapacitar".
A raíz de esta conclusión, Mouriño empezó a estudiar la idea de "anclar el Celta a la ciudad", idea que se materializa este viernes en la presentación del proyecto 'Xuntos Contruimos o Futuro', donde Celta, Concello de Vigo y Xunta de Galicia se unen para llevar a cabo las obras de mejora de Balaídos y la construcción de una ciudad deportiva de última generación en la localidad de Mos.
El propio Mouriño aclaró la situación de confusión que pudieron generar las declaraciones de Chaves: "No es así bajo ningún concepto sino todo lo contrario. Puse el ejemplo al revés, Slim está gastando un montón de dinero en el Oviedo, pero podría venir a Vigo, comprar el Celta y llevárselo de aquí. Se entendió mal y hubo esa confusión. Pero en ningún momento hemos hablado con Slim, ni hubo ofertas, ni nada parecido. Fue una interpretación errónea de alguien estaba allí", señaló.