El Celta cayó, de nuevo por la mínima, y demostró que la ausencia de Iago Aspas es un obstáculo casi insalvable para un equipo que dominó, tuvo la pelota pero que apenas inquietó a Asenjo. El Villarreal se lleva un botín excesivo de Balaídos donde el tanto de Fornals decidió la contienda.
Unzué sorprendió a propios y extraños con un once titular novedoso y revolucionario. Reforzando la línea de mediocampo con las entradas de Jozabed y Brais Méndez dejó en el banquillo a Guidetti y Emre Mor, un palo para los dos atacantes cuya situación se ha convertido en un problema de difícil gestión. En la misma situación se encuentra Roncaglia, el internacional argentino no cuenta para el entrenador que ha vuelto a apostar por un mediocampista como Wass para suplir a Hugo Mallo.
Empezó con ganas de mandar el Celta, pero las posesiones no se traducían en ocasiones claras a pesar de rondar el área de Asenjo. Los castellonenses estaban incómodos sobre un frío Balaídos donde la ausencia de la magia de Aspas impedía a los celestes certificar su superioridad sobre el césped.
Hubo que esperar al minuto 12 para ver el primer disparo peligroso del Celta, una falta directa botada por Wass que se marchó pegado al palo derecho de Asenjo. Poco después Jozabed obligó al meta del Villarreal a realizar una gran estirada abajo para abortar la mejor jugada del Celta en la primera mitad, una posesión llena de sentido, trazada por un tiralíneas. En el rechace Brais estuvo a punto de adelantar a los suyos, pero la zaga amarilla mandó la pelota a córner.
La falta de puntería celeste tranquilizaba a un Villarreal que se iba metiendo en el partido a medida que pasaban los minutos, los de Calleja empezaban a disputarle la posesión al Celta y presionaban más arriba la salida del balón vigues. En el 31 llegó la primera gran ocasión del Submarino Amarillo con un potente remate de Fornals al que respondió Rubén con una estirada prodigiosa.
Este era el primer aviso, ya que que dos minutos después, en el 33, el castellonense se aprovechaba de una gran internada por el costado zurdo de Bacca para ajusticiar a Rubén con un testarazo. El centrocampista, que llegaba desde la segunda línea, remató completamente sólo.
El gol encorajino a un Celta que se ha había relajado. Jonny y Sisto lideraron la reacción desde la banda izquierda, pero las intentonas celestes no obtuvieron sus frutos y tras una primera parte igualada los de Unzué se retiraban al túnel de vestuarios por detrás en el marcador.
Unzué decidió sustituir a Brais Méndez en el descanso dando entrada a Emre Mor. El turco sacó una falta peligrosa en su primera acción que desaprovechó Wass con un mal remate. Minutos después tiró un buen centro al segundo palo que despejó con los puños Asenjo. El Celta amasaba la pelota pero se estrellaba contra el muro amarillo.
El Villarreal buscaba la sentencia en tímidas contras conducidas por Bacca mientras no veía peligrar su ventaja ya que en el Celta jugaba cada minuto más y más espeso ante los primeros silbidos de Balaídos. Lo poco que era capaz de generar llegaba con las internadas de Jonny, el más valiente de los celestes.
El turco, en el minuto 63, sacó la magia de sus botas en una serie de asombrosos regates en carrera que terminaron con Emre en el suelo tras una entrada de Jaume Costa. La falta, pegada a la línea del área, fue botada por Pione Sisto por encima del larguero.
Reaccionó Bacca con una contra peligrosa que obligó a Rubén a despejar la pelota a córner Calleja cambio a Samu, más inactivo en la continuación por Cheryshev y Unzué dio la réplica dando entrada, a Guidetti y Radoja por Pione Sisto y Jozabed a falta de menos de 20 minutos para el final.
Acto seguido una internada de Emre Mor acabó estrellándose en el palo que ya en el suelo se lamentaba de su mala fortuna. En la siguiente jugada, tras regatear su par dentro del área se dejó caer pidiendo un penalti inexistente. Todos los ataques eran conducidos por Mor que era objeto de falta cada vez que tocaba la pelota.
El Celta sólo sentía el vértigo cuando el menudo mediapunta conectaba con el esférico ya que de Maxi y Guidetti no había noticias. La ausencia de Aspas es una sombra muy alargada en Vigo. Los vigueses buscaron la heroica en el tramo final, pero ya fue demasiado tarde. Europa, esta vez sí, se queda más lejos, el remate de Sergi con el descuento cumplido certificó que este no era el día del Celta.