LaLiga Santander está recabando información sobre las acusaciones de Jefferson Lerma contra Iago Aspas en los micrófonos de beIN tras el partido de este domingo. El colombiano acusó al jugador del Celta de llamarle "negro de mierda", algo que podría costar al céltico una multa de entre 18.000 y 90.000 euros, además de ser suspendido entre cuatro y diez partidos, de quedar acreditado que los hechos se produjeron de acuerdo con el relato del futbolista del Levante.
La sanción podría producirse siempre que los órganos disciplinarios analizaran el asunto y entendiesen que se produjo un comportamiento tipificado dentro de los artículo 71 o 100 del Código Disciplinario de la Federación. Estos se refieren a la promoción, organización, dirección, encubrimiento o defensa de la incitación a la violencia, racismo, xenofobia e intolerancia y a las conductas contrarias al buen orden deportivo, respectivamente. Debería mediar una denuncia del Levante que parece poco probable o una actuación de oficio por parte del Comité de Competición que tampoco es plausible a menos que LaLiga Santander incluya el incidente en su informe de la jornada 19.
"Aspas me ha dicho 'negro de mierda' y eso no puede pasar", señaló el colombiano recién terminado el choque que finalizó con victoria del Celta por 0-1. Añadió que le había relatado lo ocurrido al árbitro del encuentro, Álvarez Izquierdo, pero que este le respondió que le tenía "hasta los huevos de tanto joderlo" (con protestas). El colegiado no reflejó nada en el acta, por lo que si el Levante no mueve ficha, la única posibilidad de que se vea satisfecho el deseo de Lerma de que el pretendido incidente no quede impune pasa por el informe que LaLiga Santander debe remitir esta semana.
La primera opción, una denuncia del conjunto granota, es remota dado el pacto no escrito que existe entre clubes para no dañarse mutuamente. Si el informe de LaLiga Santander aludiera a las acusaciones vertidas por Lerma sobre el internacional del Celta, el Comité de Competición podría pedir información adicional a las partes, incluyendo al árbitro, y el caso podría derivar en la apertura de un expediente disciplinario que acarrease sanción económica y deportiva para Aspas, de demostrarse la veracidad de las palabras de Lerma.
Puede que a Lerma le hayan recordado en las últimas horas lo sucedido hace casi siete años entre Busquets y Marcelo. La Comisión de Control y Disciplina de la UEFA abrió entonces un expediente al centrocampista del Barça por dirigir presuntamente insultos racistas al lateral del Real Madrid en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones disputado el 27 de abril de 2011 en el Santiago Bernabéu y que concluyó con victoria del conjunto azulgrana por 0-2.
Aquel partido quedó marcado por unas imágenes en las que el internacional español se dirigía al brasileño para reprocharle una acción. Alegó el Real Madrid que Busquets llamó "mono" a Marcelo, mientras que el Barça aseguró que la frase que pronunció su jugador fue "mucho morro". El Inspector Disciplinario de la UEFA, Jean-Samuel Leuba, pidió en su informe una sanción de cinco partidos para el futbolista culé que le hubiese impedido disputar la final de Wembley. Pero el organismo acabó desestimando la reclamación del Real Madrid al considerar que había una "falta de pruebas sólidas y convincentes" en contra del mediocentro.