Los integrantes de la medular del Celta siguen sumando pretendientes. Si Lobotka es el objetivo de equipos tan potentes como PSG, Nápoles o Arsenal, Radoja y el 'Tucu' Hernández también cuentan con equipos interesados contar con sus servicios.
El internacional serbio, Nemanja Radoja, ha despertado el interés de la Fiorentina. Según el diario italiano Il Corrierre dello Sport, el centrocampista celeste forma parte de una amplia lista de posibles sustitutos del croata Milan Badelj, que ha anunciado que no seguirá en la 'Fiore'.
Las opciones de que Radoja abandone el Celta este verano son altas ya que el jugador termina contrato en 2019 y las negociaciones entre ambas partes están paradas desde hace meses. Desde el Celta se apunta a que las diferencias económicas son insalvables.
El caso del serbio es distinto al de Daniel Wass o Sergi Gómez, Radoja no tendría problemas para seguir en Vigo la próxima temporada y firmar por otro equipo una vez que esté libre. Su valor en el mercado se ha devaluado tras una campaña, con Juan Carlos Unzué, en la que Radoja apenas superó los 1.000 minutos en liga. Por el centrocampista se pagaron 900.000 euros a la Vojvodina en 2014.
El otro centrocampista que ha suscitado el interés de otro equipo es Pablo Hernández. El internacional chileno, cuyo contrato termina en 2020, está en el radar de Independiente de Avellaneda.
Según las informaciones surgidas en Argentina, los de Avellaneda ya han trasladado una primera oferta al Celta por el 'Tucu'. En estas mismas informaciones se apunta a que hay una "pequeña diferencia económica" que se considera salvable.
El 'Tucu' vería con buenos ojos el regreso a su país natal, algo que difiere a lo que ha manifestado hace escasos días en una entrevista. En ella aseguraba que quiere seguir en Vigo, donde él y su familia se encuentran muy cómodos.
Su rol en el Celta será clave para determinar si el 'Tucu' sigue o no en Vigo. En un principio Antonio Mohamed cuenta con el centrocampista para esta temporada. El jugador quiere volver a ser protagonista tras una temporada en la que Unzué lo relegó a un segundo plano.