Los jugadores del Celta han comenzado el entrenamiento con un curioso rondo. Todos participan en él, siendo tres futbolistas los que están en el centro intentando robar la pelota. Si los de fuera llegan a los 20 toques, los que están dentro tienen que pasar por delante de todos sus compañeros mientras estos le dan una patada en el culo.
En el ejercicio ha quedado patente, una vez más, la competitividad de Iago Aspas, al que le patean el trasero mientras el no para de protestar y quejarse de que han perdido porque han dado un mal pase. Como se puede comprobar, risa y gran ambiente en la sesión de trabajo del Celta de Mohamed, que este sábado juega contra el Atlético de Madrid en Balaídos.