Llegaba el Celta de Vigo a Sevilla con la necesidad de volver a ganar en liga y estuvo a punto de hacerlo. Partido loco el vivido en el Estadio Benito Villamarín, donde hay que hablar de Maxi Gómez, con dos goles y Antonio Mohamed, expulsado por recriminar pérdidas de tiempo al banquillo del Betis. Al final, 3-3 en el marcador y una polémica de la que se hablará en los próximos días.