Una celebración que lo explica todo

El minuto 71 del partido que disputaban Celta y Sevilla, los celestes se disponían a botar un saque de esquina. Brais Méndez puso el balón al primer palo, ahí apareció Cabral para tocar el esférico y prolongar al segundo palo, no sin una buena dosis de fortuna. En el segundo palo Okay Yokuslu remató a placer para batir a Vaclík y poner el 1-0.

Balaídos estalló de júbilo, los jugadores celebraron el gol como si hubiesen ganado un título, Okay desató su rabia contenida, pero la reacción del banquillo celeste es la que resume todo lo sufrido en este largo mes y medio lleno de sin sabores.

Ahí estaba Cardoso, su cara de tensión observando la jugada refleja el sufrimiento y la tensión que se estaba viviendo. El luso, impertérrito, se metió las manos en los bolsillos y fue a por un botellín de agua para dejar el protagonismo a sus jugadores.

El banquillo salió disparado, Jozabed,que había sido sustituido minutos antes, Costas y Sergio Álvarez celebraban el gol con rabia, con ilusión, esperanza y mucha alegría. El gol de Okay era como un 'chute' de endorfinas, los tres futbolistas se juntaron en un largo abrazo como así lo recogió Movistar en este vídeo.