La involución futbolística del Celta de Vigo esta temporada queda reflejada en numerosas estadísticas. Hasta la llegada de Mohamed, Cardoso y Escribá los vigueses eran un equipo con una idea clara: tener la pelota y atacar. Esto les convertía en un conjunto atractivo para el aficionado gracias a su caudal ofensivo y el buen número de goles que solía anotar.
La puntilla a este ideario llegó con la baja de Iago Aspas, tras una serie de malos resultados sin el moañés en el campo, Miguel Cardoso apostó por un sistema ultradefensivo dejando de lado las opciones de marcar. Los goles llegaban, en escasa cantidad, a balón parado ya que en jugada el celtismo apenas recuerda el último gol logrado, fue por Pione Sisto ante el Valladolid en la jornada 21, el 27 de enero de 2019, es decir hace más de mes y medio.
El Celta, de ser el tercer equipo más goleador tras Barcelona y Sevilla al principio de temporada ha pasado a ser el octavo tras ser superado por clubes como Real Madrid, Atlético o Levante. Con 36 goles, los mismos que hace cuatro jornadas, Éibar y Getafe también han logrado igualar sus números.
Pero el Celta no solo ha dejado de marcar, los celestes son, en la jornada 28 de LaLiga Santander, uno de los equipos que menos ocasiones de gol crea de los 20 equipos de Primera. Los celestes suman 241 remates, los mismos que el Real Valladolid que los sitúan como decimoquinto equipo que menos disparos hace de toda la competición.
Por detrás de los celestes están el Real Betis, con 237 disparos en 28 jornadas; el Rayo Vallecano con 236 remates; el Athletic Club que ha disparado en 235 ocasiones y el Getafe, que con 228 remates suma los mismos goles del Celta.