Cuando Gil Manzano señaló el final del encuentro todo el celtismo levantó los brazos y respiró, la primera batalla se había ganado. Y se había logrado de la manera más complicada, con un 0-2 en contra al descanso. Poco a poco Balaídos se fue vaciando, pero en la esquina de los que nunca se callan y jamás se rinden numerosos aficionados del Celta seguían disfrutando de la remontada ante el Villarreal.
Los jugadores volvieron del vestuario, se acercaron a ese celtismo más animoso y mientras caminaban a esa esquina entre Río y Marcador, los aficionados les recibían bajo el grito de "sí se puede, sí se puede". Entonces, el capitán, Hugo Mallo cogió el micrófono para agradecer al celtismo todo lo que habían hecho.
"Lo primero, muchas gracias porque estamos en una situación muy complicada.El recibimiento que nos habéis dado ha sido increíble", confesaba un emocionado capitán ante el delirio de la afición mientras estaba escoltado de toda la plantilla.
La afición volcada, @aspas10 regalando su camiseta a un aficionado y Hugo Mallo agradeciendo a la afición su apoyo. Estampa costumbrista después de la batalla. pic.twitter.com/TZ9kuXptsJ
— Jacobo Buceta (@jacobobuceta) 30 de marzo de 2019
Mallo recordó lo mal que se pasó durante el partido: "Ya habéis visto que nos hemos ido 0-2 al descanso. Pero hostia, ¡este partido teníamos que ganarlo sí o sí!", dijo el capitán. En ese momento los gritos de la afición ya hacían casi imperceptible el resto de las palabras de un Mallo que se empezaba a derrumbar como antes había hecho Iago Aspas.
Hugo Mallo hablando al Celtismo. ¡Sí se puede! pic.twitter.com/GxGc8mg7Lu
— Samuel Rivas (@SamuCelta) 30 de marzo de 2019
"Había que ganarlo por nosotros, pero sobre todo por vosotros, que en las malas siempre estáis y seguiréis. Así que coma sempre, o de sempre, ¡hala Celta!", logró decir Mallo antes de que los aplausos terminasen de acallar su voz.