Vigo/Barcelona, 3 may (EFE).-
Ganar al campeón de Liga permitiría al conjunto celeste mantener, o incluso aumentar, su renta sobre sus principales rivales a falta de dos jornadas para el final del curso, además de una inyección de moral antes de visitar San Mamés, donde le esperará un Athletic que tiene a tiro su clasificación para Europa.
Fran Escribá, que hoy cumplió 54 años, podrá contar con su referente ofensivo, Iago Aspas, quien se ha recuperado del esguince en el hombro derecho que sufrió en el último duelo contra el Leganés, y recupera al mediocentro Okay Yokuslu, que no jugó en Butarque por sanción.
Ambos estarán en un once en el que la principal novedad puede ser el regreso de Brais Méndez, quien reapareció ante el conjunto madrileño. Ocuparía el puesto de Boudebouz en un centro del campo que completarían Okay y Lobotka en el doble pivote y Boufal en la banda izquierda.
Con Rubén Blanco afianzado en la portería, Escribá tampoco variaría la defensa pese a que David Juncá, indiscutible hasta que cayó lesionado, ya está recuperado: Hugo Mallo y Olaza estarán en los laterales, con Cabral y Araujo en el centro del eje.
El Barcelona afrontará el partido casi sin titulares, los cuales disfrutarán de un descanso con vistas al partido del martes en Liverpool, en el que buscarán clasificarse para la final de la Liga de Campeones.
Tras la paliza física del partido de ida contra el Liverpool el miércoles en el Camp Nou (3-0) y, sobre todo, al haberse proclamado ya campeón de Liga el fin de semana pasado, los tres encuentros del campeonato que le restan al equipo de Ernesto Valverde pesan como un inconveniente.
Con desafíos en la agenda inmediata como el choque contra el Liverpool y la final de la Copa del Rey frente al Valencia el 25 de mayo, un fin de semana después de que concluya la Liga, el Barcelona echará mano de su banquillo para sacar adelante los tres partidos que le quedan en la competición (Celta, Getafe y Eibar).
Esta será la segunda vez en pocas semanas que el Barcelona recurrirá a sus menos habituales, después de que tras vencer al Atlético de Madrid (2-0) y encarar el título de Liga y ante el reto de eliminar en cuartos al United, visitó el Alcaraz con medio equipo de suplentes para medirse al Huesca.
Si bien en Huesca Valverde mantuvo a Ter Stegen en la titularidad, el neerlandés Jasper Cillessen se perfila para el once inicial, con una defensa poco utilizada pero que podría contar con Jean-Clair Todibo, Mousa Wagué, el colombiano Murillo y un Samuel Umtiti que ha visto cómo le ha sacado de la titularidad su compatriota Clément Lenglet. El belga Vermaelen también aparece como opción para el lateral izquierdo.
En la medular, dependiendo de la idea que tenga Valverde para Liverpool, la duda estriba en si el brasileño Arthur Melo tendrá minutos en Vigo, después de ver el partido de la Champions el miércoles desde el banquillo, por una apuesta del técnico por alinear a Arturo Vidal. Carles Aleñá y Riqui Puig, que ya fueron utilizados en Huesca, se presentan también como candidatos a salir en el once contra el Celta.
Delante, la munición la podrán muy probablemente Malcom Filipe Silva de Oliveira y Kevin-Prince Boateng, y formaría el trío atacante el francés Ousmane Dembélé, aún sin ritmo como lo ha demostrado el los últimos partidos que ha aparecido desde el banquillo.
Alineaciones probables
Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Araujo, Olaza; Brais Méndez o Bodebouz, Okay, Lobotka, Boufal; Aspas y Maxi Gómez.
Barcelona: Cillessen; Wagué, Todibo, Umtiti, Vermaelen; Aleñá, Arthur, Riqui Puig, Malcom, Prince y Dembelé.
Árbitro: José María Sánchez Martínez, del comité murciano.
Estadio: Balaídos (29.000 aficionados).
Puestos: Celta (15º, 37 puntos), Barcelona (1º, 83 puntos)
La clave: la intensidad del Celta
El dato: El Barça no gana en Balaídos desde el 2015
La frase: Escribá: "Para nosotros es un partido vital"
El entorno: El celtismo prepara otro recibimiento al equipo.