La dirección deportiva del Celta, encabezada por Felipe Miñambres, volverá a vivir un convulso verano en forma de llegadas y salidas. Se prevén muchos movimientos en un mercado estival donde habrá que buscar destino a los cinco jugadores que han permanecido cedidos este curso en otros equipos ya que no se cuenta con Roncaglia, Mazan, Dennis Eckert, Juan Hernández y Beauvue.
Si la dirección deportiva consigue hacer su trabajo ninguno de ellos formará parte de la plantilla del Celta la próxima temporada, ya que sus cesiones han resultado, en la mayoría de los casos un fiasco. Ninguno de ellos ha logrado ser titular en sus nuevos destinos, ni siquiera han sido jugadores realmente importantes en la rotación.
Roncaglia ha sido el futbolista que ha participado con mayor asiduidad en los planes de Marcelino, pero el Valencia sólo vería factible su contratación a coste cero, después de que Celta y central llegasen a un acuerdo para rescindir el año de contrato pendiente. El conjunto vigués quiere deshacerse de su alta ficha.
Robert Mazan llegó al Venezia, de la segunda italiana, en enero. Tras cinco meses su balance es de siete partidos disputados con 481 minutos de juego. Su técnico no contó con el lateral zurdo en nueve partidos, en los que se quedó sin jugar.
Dennis Eckert disputó un total de 18 partidos desde enero, pero cuatro de ellos fueron con el filial del Excelsior Rotterdam, con el segundo equipo vio puerta, ya que anotó cuatro goles. Con el primero logró sumar otros dos. Sin sitio en el Celta, la dirección deportiva deberá valorar si busca un traspaso o una nueva cesión para un delantero que aún tiene 22 años.
Una grave lesión de rodilla destrozó la temporada de Juan Hernández, finalmente, aún si terminar el curso, sólo ha participado en dos encuentros. Tras su espectacular paso por el filial esta debía ser, para sus 24 años, su temporada de confirmación pero ahora deberá volver a coger el ritmo competitivo y ya no está en edad para seguir sumando cesiones.
Beauvue comenzó el curso como titular pero sus malos números de cara a gol le relegaron a un segundo plano. Terminó el curso apartado por un supuesto malentendido con un permiso por su cumpleaños. Tras este incidente no volvió jugar un solo minuto para terminar la temporada con tres goles en 1.500 minutos.
Unos números en todos los casos que muestran que ninguno de ellos mejora el nivel existente en la actual plantilla y que obligará a Felipe Miñambres a buscarles un nuevo destino o lograr la rescisión de su contrato.