El fichaje de Emre Mor por el Galatasaray ya es un hecho. El futbolista turco recala como cedido en el club otomano por una temporada, aunque el equipo de Estambul se guarda una opción de compra. De este modo se pone fin (al menos por un año) a la truculenta etapa del joven extremo en las filas celestes.
En su primera rueda de prensa tras el fichaje de Emre Mor en el verano de 2017, Juan Carlos Unzué habló así de la incorporación céltica: "En el campo de tímido tiene poco. Tiene talento y nos va a dar algo diferente". En pocos meses, estas buenas palabras quedaron en saco roto.
Una lesión de tobillo y la falta de adaptación hicieron que a 2 de febrero el turco sólo hubiera disputado 250 minutos. Por aquellas fechas, aún Unzué no le echaba nada en cara al jugador y comentó así su falta de oportunidades: "Más que por demérito de Mor, de cuya progresión estoy muy contento, es mérito de sus compañeros. Él está en el proceso normal de un jugador que viene a una Liga nueva".
Precisamente, en febrero fue de lo más destacado del equipo y el día 17 de ese mes, el propio futbolista se expresó así en el Diario Atlántico: "Cada día me siento mejor dentro del equipo. Me siento uno más y espero que se vea sobre el césped. Quiero quedarme. No pienso irme de Vigo antes de triunfar en el Celta. El club cree en mí, yo creo en el club y sólo es cuestión de tiempo".
Entre finales de marzo y principios de abril de 2018, Emre Mor encadenó sus primeros momentos de más tensión con Unzué. Tardó en salir a la luz lo ocurrido, pero al final el técnico navarro explicó por qué no había entrado en las tres últimas convocatorias del Celta: contra el Málaga fue por una fiebre que le impidió ir con Turquía, ante el Athletic por decisión técnica y frente al Sevilla por el mismo motivo.
"Ya explique después del encuentro contra el Athletic que no había venido porque su actitud y su rendimiento no habían estado al nivel del resto de sus compañero y yo llevo a los que están comprometidos con la causa y con cada uno de los momentos", indicó en su momento Unzué, que también argumentó el motivo por el que no trabajó junto a sus compañeros: "Se entrenó aparte porque ha reincidido durante la semana en su actitud y su rendimiento, pero hoy ha sido el único día que se ha entrando aparte y por eso no va convocado".
Después de estas palabras, justo antes del inicio del partido al Sevilla del 7 de abril, Emre Mor reconoció su error, pidió perdón por llegar tarde a entrenar por Twitter e indicó que nunca se volvería a repetir. Este gesto lo alabó el entrenador navarro tras el choque: "Me gusta que haya sido valiente. espero que, como él dice, que no lo vuelva a repetir. Para que él opte a jugar, necesitamos su mejor actitud".
Poco duró la alegría entre ambos, pues el 2 de mayo de 2018 se produjo un nuevo acto de indisciplina que propició que Unzué lo apartara de nuevo y tomara la decisión de que no iba a jugar más en lo que quedaba de temporada.
El motivo de todo esto fue que el joven turco recibió una entrada de un compañero que le provocó un gran enfado. Tras la acción, Emre Mor se encaró con su compañero y, a pesar de que Unzué le pidió que se tranquilizase, este no lo hizo y lo mandó al vestuario. Tras intentar hablar con él un día después, algo a lo que se negó el turco, la decisión fue que no compartiese entrenamiento con el resto del equipo.
Así, entre sesiones en el gimnasio y entrenamientos en solitario, pasó el otomano sus últimas semanas de la pasada campaña. Las faltas de indisciplina fueron demasiado para Unzué, que lo perdonó una vez, pero que no cedió la segunda vez que Emre se pasó de la raya.
Se las prometía muy felices Emre Mor con Antonio Mohamed, del que aseguró que desde el primer momento conectaron y que sentía un respeto por un entrenador que "cree en mí". Por su parte, el 'Turco' indicó tras su fichaje que "todo depende de su cabeza, yo no puedo meterme en su cabeza".
"Yo le sugiero, hablamos como personas adultas, pero esto es un grupo de trabajo y hay valores que no se pueden dejar de respetar. Si él no se pone en línea con el equipo, el equipo es más importante... Es una lástima, porque es un talento, pero no puede tener actitudes como la que tuvo. Veremos cuáles son los pasos a seguir", resaltó el 27 de abril Mohamed.
El 13 de agosto de 2018, la actitud de Mor en el Memorial Quinocho no gustó a nadie y Sergio Álvarez y Hugo Mallo así lo manifestaron públicamente. El capitán comentó que "es cierto que tiene que bajar las revoluciones, pero esto es lo que puedo decir aquí, los trapos sucios se lavan en el vestuario. Yo ya he hablado con él, sabe lo que le pido, lo que le pide la gente y lo que el club le pide".
Justo el día después, Emre Mor posteó en su cuenta de Instagram una foto con dos sillas de lo más extravagantes, adornadas con la camiseta del Celta y su dorsal. Esto tampoco gustó en el seno del celtismo, que entendió su conducta como un nuevo acto de inmadurez. Esto ha sido una constante, ya que en sus redes sociales ha lucido costosas joyas mientras era discutido o se le interpelaba por su actitud.
De nuevo problemas físicos y una falta de adaptación a lo que quería el preparador argentino hicieron que tras tener minutos en el primer partido de LaLiga Santander, no volviera a jugar más hasta el 10 de octubre. Una semana antes de que volviera a tener minutos, Mohamed habló así del jugador: "Condiciones tiene, le falta trabajar a la par de todos. Lo está haciendo mejor, mucho mejor y quién te dice que el próximo partido de Liga lo pueda utilizar y que nos pueda ayudar. Nos encantaría que tuviese un compromiso con él mismo como futbolista que quiere triunfar".
Con Miguel Cardoso también está pasando la mayor parte del tiempo en el ostracismo. Después de varias semanas alejado y de nuevo con una gripe en Nochevieja que el luso se encargó de comprobar mandando al médico a su casa para que lo reconociera, Emre Mor disputó 19 minutos contra el Valencia.
Días después de volver a disfrutar sobre el campo, ha cometido un nuevo acto de indisciplina y no se le permitió entrenar este miércoles por la mañana con el resto de sus compañeros en A Madroa tras una charla que mantuvo con Cardoso.
Se fue de las instalaciones sin ejercitarse y después se conoció que está, por tercera vez desde que fichó por el Celta, apartado del equipo. En estos momentos, se le ha aplicado el régimen interno del primer equipo y, por lo tanto, deberá entrenarse en solitario y fuera del horario del resto de sus compañeros junto a un preparador físico del club.
Fran Escribá explicó a su llegada que trataría de exprimir el talento de uno de los mejores jugadores de la plantilla. Su deseo era verle trabajar y aprovechar su calidad para el tramo final de temporada. No obstante, el club volvió a expedientar al futbolista tras sus llegadas tarde a los entrenamientos.
Por último, ya en la actual pretemporada, Emre Mor rechazó hacerse fotos con algunos aficionados al término de un entrenamiento del Celta a puerta abierta. Tras varios minutos firmando y fotografiándose, el turco se cansó y solicitó al empleado de seguridad que no le sacaran más fotos.
Con la oficialidad de su fichaje por el Galatasaray, se cierra el capítulo (al menos por un año) de sus desventuras en el Celta. Solo queda desear toda la suerte del mundo a un futbolista talentoso que, por cuestiones extradeportivas, no ha triunfado en Balaídos.