Fran Escribá comenzó la temporada sin todos los apoyos necesarios en el club tras una renovación marcada por el no de otros candidatos al banquillo del Celta de Vigo. El salvador del equipo continuaba en un verano ilusionante donde ya surgían las primeras discrepancias entre los mandamases del club y el técnico en materia de fichajes. Tras caer de forma estrepitosa en Éibar su continuidad pende de un hilo, que el Celta sea capaz de encontrar un sustituto a lo largo de esta semana.
El Celta comenzaba la campaña con un calendario extremadamente duro del que salía airoso tras empatar con Sevilla y Atlético de Madrid. Además lograba una victoria ante el Valencia y sólo caía ante el Real Madrid y Granada, este último con dos polémicas decisiones arbitrales fruto del VAR.
La calma solo era rota con unas declaraciones en las que Escribá se quejaba del poco fondo de armario de su equipo, lo que le obligó a contar con canteranos ante el Real Madrid. Unas críticas que no sentaron nada bien en A Sede, a donde fue llamado para meterlo en cintura ese mismo lunes tras caer el fin de semana ante el cuadro merengue.
Con más detractores entre la directiva Escribá arrancaba un empate en el Wanda que le daba una vida extra de forma sorpresiva ya que la guadaña, en forma de destitución, ya rondaba sobre su cabeza. El mal encuentro ante el Espanyol, salvado con un postrero de Santi Mina en el 95'.
Pero ese encuentro ya dejaba consecuencias, el mal juego del equipo, con un fútbol plano y horizontal, especialmente en la segunda mitad, daba razones al club para pensar en un relevo si la situación no mejoraba en las siguientes citas.
Más allá de una inexistente mejora, la cara que ha dejado el Celta en Ipurúa, se parece más a la de un enfermo cerca de ingresar en la UVI a la de una persona sana. Sobrepasado desde el primer minuto, con el primer disparo entre los tres palos en el 53', también se caía el relato del técnico en el que su equipo no generaba ocasiones ni goles por la entidad de los rivales que tenía delante ya que ante el Espanyol y el Éibar el Celta fue un páramo ofensivo.
Escribá, cuestionado ya por una parte importante del celtismo, se enfrenta a sus horas más negras al frente del cuadro vigués. El valenciano puede seguir los mismos pasos que Miguel Cardoso, destituido la pasada temporada tras caer de forma indigna ante el Éibar en Ipurúa.
Solo la falta de recambio, donde Javi Gracia se postula como el primer candidato de la terna que maneja la directiva, puede permitir a Escribá sentarse la próxima semana en el banquillo de Balaídos ante el Athletic Club. Tal como avanzamos hace ya dos semanas en ElDesmarque la continuidad de Escribá estaba muy comprometida si en esta serie de tres partidos no sacaba buenos resultados.
Sería ideal que chegaste Setién... gusta por xogo e por seriedad. Ala Celta!
Javi Gracia es el más barato y el peor. Espero que no caigan en el mismo error que cuando contrataron al paquete Cardoso. Porque lo barato siempre sale muy caro.