Eusebio recuerda su paso por el Celta: "No fueron momentos fáciles"
El Celta de Vigo ha inaugurado Fútbol de Salón, una serie de charlas en A Sede, con Eusebio Sacristán como primer invitado. El extécnico celeste ha rememorado su paso por el conjunto céltico tanto como jugador como en el banquillo.
El técnico pucelano vivió en Vigo su primera experiencia como primer entrenador: "Siempre estaré agradecido al Celta que me diese esa oportunidad". Su paso por el banquillo no fue sencillo: "No fueron momentos fáciles, fueron momentos complicados por la situación que estaba pasando el club en ese momento".
A pesar de no ser una época exitosa, Eusebio siente que fue "parte de un momento importante de la historia del Celta por superar aquellos momentos de dificultad todos juntos". Recordó, además, que fue en esa circunstancia en la que se sentaron las bases para "lo que luego ha conseguido este club".
La apuesta por la cantera
"Por mi intención de querer implantar mi estilo de juego en el que predominase la técnica y la calidad entendí que en las categorías inferiores había una serie de jugadores con esas capacidades. Las circunstancias económicas del club hicieron que esa apuesta también fuese más fácil poderla llevar a cabo. Quizá pudimos construir esa base que le permitió luego al club poder dar los pasos que ha ido dando. Le permitió volver a Primera división y asentarse de la mano de esa base de jugadores que están siendo tan importantes para el Celta".
El caso de Iago Aspas
"No tenía dudas en cuanto a su calidad. Lo que percibí desde los primeros entrenamientos y de lo que había visto en el Celta B era de un jugador de una grandísima calidad, un gran talento. Cuando le tuvimos entrenando en el primer equipo ya se le veía que hacía cosas diferentes".
"Se ha convertido en una persona centrada. Ha aprovechado ese carácter, ese genio y esa impulsividad que tiene para que su carrera esté siendo tan exitosa como lo es en estos momentos".
Lo que enorgullece a Eusebio
"Para un entrenador, lo mejor que te puede pasar es que los jugadores a los que has entrenado reconozcan que les has ayudado a crecer como personas y profesionales. Y también la afición, que cuando vuelvas, sientas esas muestras de cariño que yo siento en Vigo me da a entender que mi labor fue positiva y eso siempre es agradable".