Un empate, sin brillo, con un juego plano y aburrido en muchos momentos sirvió para que el Celta de Vigo abandonase los puestos de descenso con solo 15 puntos en una primera vuelta penosa. El empate ante CA Osasuna es un premio menor para un equipo que deberá mejorar, y mucho, en todas las facetas del juego si no quiere verse abocado al descenso.
Sin Lobotka, que apunta al Nápoles, y sin aficionados, o al menos con muy pocos, salió el Celta al partido con el único objetivo de salir de los puestos de descenso. Era Pione Sisto el que arrancaba los primeros aplausos del celtismo con dos buenos regates y una apertura a banda hacia un Kevin cuyo centro se fue a las manos del meta rojillo, Sergio Herrera. Anteriormente fue el Chimy Ávila el que buscó la portería celeste sin acierto en un frío arranque de partido.
Un pase sobre la línea defensiva del Celta, pasado el 15', estuvo a punto de terminar en gol tras el control de un Chimy Ávila que con todo a favor para rematar sobre Rubén Blanco apostó por controlar el esférico de primeras lo que permitió a Aidoo recuperar la posición y abortar la jugada del argentino. Replicaba Pione Sisto con un vaselina desde medio campo en la que intentaba aprovecharse de la salida de Sergio Herrera fuera de su área.
La primera gran ocasión del partido llegó en el minuto 20, un lanzamiento de saque de esquina a favor de los celestes que cabeceó al larguero Joseph Aidoo. Buscaba darle una marcha más al partido el Celta, las primeras intervenciones de Rafinha daban profunidad a un juego hasta ese momento plano y previsible.
Sergio Herrera se erigió en el héroe rojillo al sacar un ajustado remate de Aspas sobre la misma línea de gol, el rechace, en fuera de juego era mandado a las nubes por Santi Mina. La jugada ya no valía pero el delantero vigués mostraba, una vez más, su falta de puntería con un remate a un metro de la línea de gol y sin portero.
El Osasuna respondía a la acometida celeste con dos claros ataques que fueron anulados por fuera de juego pero que hicieron temblar los cimientos de Balaídos, especialmente con un remate, completamente solo, de Roberto Torres. El Celta no estaba cómodo en el partido y se notaba en su juego y en las decisiones que tomaban sus futbolistas.
Los minutos finales, marcados por las continuas protestas de los jugadores del Celta ante la impunidad de un Osasuna que no recibía el castigo en forma de tarjetas a pesar de la dureza de sus acciones, llevaba al cuadro vigués a salirse del choque. concediendo a los navarros la oportunidad de irse por delante en el marcador al descanso.
Una mala cesión de Aidoo sobre un Rubén Blanco que se tuvo que sacar el balón de encima terminó en las botas de Rubén García. El mediapunta rojillo buscó el hueco en la portería con un ajustado disparo que se estrelló en el palo vigués. El Celta terminaba la primera mitad con la sensación de haber sigo ligeramente superior a su rival pero con un juego muy lejano a lo que pide su técnico.
El paso por vestuarios animó a un Celta que inmediatamente gozó de dos oportunidades a balón parado por medio de Aspas y Olaza. La respuesta llegaba de nuevo en las botas del Chimy Ávila, cuyo cabezazo en el área se fue rozando el palo corto de Rubén Blanco. Seguía buscando el gol un Osasuna que no se sentía inferior al Celta gracias a las diabluras de su delantero y los errores infantiles de los vigueses en su parcela defensiva.
Otra vez Sergio Herrera
Con solo 25 minutos por delante Aspas dispuso de su segunda gran ocasión de gol tras escorarse al palo derecho de Herrera para zafarse de su rival. El moañés sacó un seco remate que fue despejado por el portero navarro para desesperación de un celtismo que no veía como llegaba el gol a Balaídos.
Óscar movía el banquillo dando entrada a Juan Hernández por Pione Sisto, en su primera acción se iba de Monacayola y centraba al área donde Aspas no logró ejecutar un buen remate de cabeza.
Nada parecía suceder hasta que Aidoo se sacó de sus botas un pase en profundidad de más de 50 metros encontrando a Santi Mina completamente desmarcado. El ariete vigués se zafó de la salida de Herrera para rematar a placer y adelantar al Celta en el minuto 75. Mina explotó de rabia y felicidad tras dejar atrás su mala racha goleadora ya que no marcaba desde el partido ante el Espanyol.
Pudo ampliar su ventaja el Celta inmediatamente después con otra buena acción de Juan Hernández que Aspas remató al cuerpo de Herrera casi sin espacio. Pero fue el Osasuna, como no por medio del Chimy Ávila, el que lograba el gol. El argentino remató a placer un centro al área a pesar de su 1,74 ante la pasividad de la zaga celeste.
A los de Óscar les quedaban menos de 10 minutos para lograr una victoria que rompiese la penosa tendencia marcada en el último mes de competición. Osasuna se venía arriba con el tanto del argentino y buscaba el segundo ante un cuadro, el olívico, que acusaba el golpe.
Se rompía el partido, ambos equipos buscaban el gol, pero las ocasiones no llegaban en un agónico final que al Celta le llegaba, con solo 15 puntos en la primera vuelta, para salir de los puestos de descenso. Un premio menor para un equipo que de no mejorar en casi todo se verá abocado a luchar por la salvación hasta el mes de mayo.