Rafinha se sincera: "Puedo dar mucho más, estar mejor y ser más decisivo"

Rafinha Alcántara vive su mejor momento como futbolista del Celta de Vigo, el menor de los hijos de Mazinho regresó a la ciudad que lo vio crecer y en donde siguen viviendo su madre y su hermana para liderar al Celta en una temporada ilusionante que se fue torciendo a medida que avanzaban los partidos. Rafinha confiesa que "me siento un líder porque también es lo que se me ha pedido" aunque espera mejorar todavía más en los 13 partidos que quedan de temporada.

"Sé que puedo dar mucho más, estar mejor, ser más decisivo y voy a trabajar para eso", confesa el centrocampista del Celta a LaLiga en una extensa entrevista en la que también confirmaba que "ahora sí que me siento al cien por cien".

Rafinha afirma que elegir Vigo y el Celta no fue nada complicado en el momento que vio que sus opciones de jugar en el Barcelona iban a ser escasas: "Cuando surgió la posibilidad no es que no dudé, sabía que si me iba del Barcelona aquí me sentiría como en casa. Fue fácil la elección de venir al Celta".

Además en verano el proyecto del Celta estaba hecho para tocar el cielo, algo que los propios jugadores afirmaban, como hacía el mismo Rafinha: "Todo el mundo sabe del equipo que montó el Celta y la ilusión que creó. Tenemos grandes jugadores, pero hay que demostrar algo más, que estando unidos podemos sacar esta situación".

Sobre esta mala temporada el centrocampista explicó que "las cosas no están saliendo, pero los jugadores de esta calidad tenemos que dar mucho más, estamos mejorando y por eso confío plenamente en este equipo". Para Rafinha "no nos queda otra, sólo dar el máximo de nosotros, sólo así seremos capaces" de lograr el premio de la salvación.

El celeste cree que el equipo está en el buen camino por varios motivos, "la tranquilidad que les da el juego" que están practicando sobre el césped a pesar de la mala situación que vive el equipo es uno de ellos. Otro es que "las actitudes de los entrenos son altas. Me preocuparía si estuviéramos entrenando tristes, sin ganas de mejorar" alabando, en este aspecto, el trabajo de Óscar García.

Para Rafinha esta segunda venida al Celta poco se parece a la que protagonizó hace casi seis años: "Era un niño, con la ilusión de mejorar y crecer. Ahora con otro estatus más de líder. Aunque sea joven, sigo siendo uno de los veteranos del equipo y eso da una responsabilidad que me gusta", confesó.

De sus reminiscencias celestes de infancia Rafinha se queda con que el "recuerdo de nombres de máximo nivel, de jugadores de altísima calidad, de un equipo muy fuerte en todas las posiciones. He venido cuando era pequeño a Balaídos, soñaba con jugar en ese campo, el Celta es uno de mis sueños"; concluyó Rafinha.