Rafinha Alcántara ha sido elegido por el celtismo como el mejor jugador del pasado mes de febrero y este miércoles ha recibido el premio Estrella Galicia en una Madroa prácticamente vacía por las medidas anti coronavirus. El jugador del Celta de Vigo confesó que será raro jugar en un Balaídos vacío ante el Villarreal, un partido en el que espera estar casi al cien por cien tras la sobrecarga muscular que sufrió en el duelo ante el Getafe.
Preguntado por su estado físico Rafinha explicó que "me encuentro mejor, aunque no al cien por cien. Fue una sobrecarga, al partido del Getafe llegué justo. Las sensaciones son mejores y creo que ante el Villarreal voy a llegar bastante bien".
Jugar sin aficionados "el próximo partido va a ser una sensación rara, pero los futbolistas tenemos que adaptarnos a todo lo que venga y ocurra", explicó un Rafinha que lamentó que el celtismo no les pueda apoyar en las gradas como está sucediendo en los malos momentos.
Para el centrocampista "la mentalidad de este último tiempo es que cada partido es una final. Sabemos que tenemos que puntuar lo máximo posible. Tenemos la ilusión de seguir con esta dinámica positiva", hechos que serán claves para lograr el objetivo de la salvación.
Rafinha reiteró que "a todo futbolista le gusta jugar con aficionados, es una parte importante de la motivación del equipo, de las ganas que nosotros tenemos para salir" por ello cree que jugar sin gente dará "la sensación de un entrenamiento".
A pesar de ello, Rafinha confiesa que "no sé cómo será, pero la concentración y motivación no la podemos perder de ninguna manera" ya que el Celta se juega tres puntos muy importantes este sábado en Balaídos.
Por último el centrocampista reconoció que "hay que tener más cuidado con todo lo que vamos a decir, que normalmente se dicen muchas cosas en caliente" ya que el silencio será predominante en Balaídos y se podrán escuchar los comentarios de los jugadores.