La Xunta de Galicia, a través de una comparecencia de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, ha declarado el estado de emergencia sanitaria en todo el territorio para tratar de evitar la expansión del coronavirus. Tras una reunión extraordinaria del Consello, el máximo mandatario del ente gallego ha dado por activado el plan, que estará encabezado por él mismo. Esto conlleva el cierre de la gran mayoría de los comercios así como de bares, restaurantes, discotecas y otro tipo de establecimientos con la intención de que los habitantes del territorio se queden en casa.
Dentro del plan territorial de emergencia se constituirá un centro de coordinación del que también formará parte el vicepresidente de la Xunta, la delegación del Gobierno, el conselleiro de Sanidad, representantes de la policía y de la guardia civil.
Este programa de emergencia se pone en marcha a partir de la medianoche de este viernes. Además, las fuerzas de seguridad estarán al servicio de las medidas impuestas por la Xunta para evitar todo lo posible las aglomeraciones de gente hasta que se active el estado de alarma en todo el país.
En su comparecencia, Feijóo ha recordado asimismo que "quien tenga síntomas está obligado a quedarse en casa y el que no los tenga es recomendable que lo haga también".
Imaxe da reunión extraordinaria do Consello da Xunta que se está celebrando agora para aprobar novas medidas de contención do coronavirus pic.twitter.com/43tU21bNOT
— Xunta de Galicia (@Xunta) March 13, 2020
No todos los comercios están obligados a echar el cierre. Los minoristas de primera necesidad como las carnicerías, las fruterías, las pescaderías, las tiendas de alimentación, los quioscos y las farmacias permanecerán abiertos para poder satisfacer las exigencias mínimas de los ciudadanos para combatir la crisis del coronavirus.
Hay ciertos establecimientos en Galicia que sí están obligados a echar el cierre en el estado de emergencia decretado por la Xunta. Así, salas de fiestas, discotecas, pubs, polideportivos, albergues del Camino de Santiago, piscinas y furanchos no podrán abrir al público.
Tampoco podrán hacerlo los bares y restaurantes, aunque estos sí podrán prestar los servicios de entrega a domicilio y recogida de comida en el local.