Óscar García, entrenador del Celta de Vigo, ha comparecido, de manera virtual, ante los medios de comunicación en A Madroa. El catalán se mostró muy cauto sobre la posibilidad de retomar la competición liguera el 12 de junio además de lamentar que se vaya a jugar con un Balaídos vacío para evitar contagios de COVID-19 entre los aficionados.
"Hay que ir semana a semana para ver cómo va funcionado, debemos ir siguiendo el protocolo y yo creo que el 12 es un poco pronto para la preparación de los jugadores que es lo que tiene que primar, la seguridad de que nadie caiga enfermo ni lesionado", indicó Óscar García destacando que lo más importante es preservar la salud de los futbolistas.
Preguntado por la nueva regla que les permitirá hacer cinco cambios durante estos 11 partidos de Liga restantes el técnico del Celta: "En una competición como LaLiga, quizá en mundiales, eurocopas o copas sudamericanas, Copa África... es competiciones donde se puedan jugar muchos partidos en pocos días pero en LaLiga lo veo extraño, es cambiar a la mitad del equipo, pero para este final de Liga, con todos estos condicionantes me parece que es una buena idea porque lo que tiene que prevalecer es la salud".
Lo que sí lamentó Óscar es tener que jugar los seis partidos que restan en Balaídos sin el apoyo del celtismo, del que aseguró que es imposible de suplir: "No, eso es imposible, cuando jugamos en casa tienes el calor del público, que eso siempre te da un plus. Aparte creo que en esta temporada hemos sido un equipo fuerte en casa, así que es una cosa que juega en nuestra contra. Claro que me gustaría tener a la gente en Balaídos".