Dragan Rosic, portero internacional sub 21 por Serbia y que defiende la meta del Celta de Vigo B, es uno de los futbolistas llamados por Óscar García para entrenar con el primer equipo. El balcánico está muy contento por esta oportunidad y no dudó en asegurar que es la primera vez en su carrera en la que trabaja a tan alto nivel.
El serbio confesó que esta primera semana "es un poco extraña porque no podemos hacer todo lo que queremos y no podemos hacer todo el trabajo juntos. Hacemos en grupos pequeños. Por eso es raro pero hay que adaptarse".
Llegado este mes de enero cedido por el Almería para cubrir la portería del Celta B reconoció la dureza del confinamiento en solitario: "Los primeros días en cuarentena, para mí, fueron un poco difícil, porque estoy solo y no tienes a nadie con el que puedas hablar, y estás aburrido. Me adapté a esto y empecé a hacer los ejercicios que nos mandan. Tenía que adaptarme a la situación"
Rosic cree que "esta situación me hizo más fuerte" aunque lamenta que "no hice todo lo que quería porque soy grande y yo vivo en un piso, más o menos , pequeño porque vivo solo. Entonces no pude hacer todo lo que quería".
"Hice lo que pude, hice más de fuerza. Creo que en fuerza gané un poco, pero perdí en reflejos y velocidad" algo que "voy a recuperarlo aquí". Para el meta balcánico "Siempre es un placer entrenar aquí con esta gente, con estos jugadores que tienen mucha más experiencia y muchos años en la liga".
Profundizando en sus compañeros en la portería Rosic destacó que "estoy intentando siempre aprender de ellos todo lo que puedo". El meta de 24 años confesó que "Es la la primera vez en mi vida que estoy entrenando a este nivel y me siento muy afortunado".
"Cuando llegué al filial, vi un equipo bastante joven, con mucho talento. Un equipo que quiere competir, que quiere jugar, pero era un equipo en una posición muy mala, en descenso. Era muy difícil, pero desde el principio empecé a jugar" desbancando de la titularidad a Fran Vieites.
Rosic recuerda que después de esa primera victoria "las cosas empiezan a ser más fáciles y empezamos a jugar mucho mejor. De cinco partidos ganamos cuatro y salimos del descenso. En el plano personal para el serbio lo más importante fue que "empece a jugar y sentir el fútbol de España".
Valorando sus actuaciones el meta cree "que estuve bastante bien, seguro. Creo que no he fallado. No sé lo que otros tienen que decir, pero creo que no he fallado mucho", concluyó en CeltaMedia.