Con la renovación de Óscar García Junyet cerrada a falta de oficialidad y la continuidad de Jeison Murillo muy bien encaminada, la principal preocupación en el Celta de Vigo tiene nombre y apellidos. Se trata de Rafinha Alcántara, cuyo futuro en Balaídos no está ni mucho menos clara debido a que el FC Barcelona no parece por la labor de rebajar los 16 millones de la opción de compra por parte del club olívico por el internacional brasileño.
Una cifra que parece prohibitiva para la entidad que preside Carlos Mouriño. De hecho, el Celta ya ha trasladado al club catalán su intención de que tal cantidad se rebaje hasta los 10 millones de euros, lo máximo que parece que podría llegar a pagar la entidad viguesa en estos momentos. De ello informa el periodista Víctor López en el programa 'Zona Mixta' de la Radio Galega.
Así las cosas, la continuidad de Rafinha en el Celta se antoja bastante cara y complicada, sobre todo porque en el Camp Nou son conscientes de que es un jugador con mucho mercado y apetecible para clubes con alto potencial, y podría servir de moneda de cambio en alguna operación que los azulgranas lleven a cabo durante el próximo mercado estival. En Can Barça hace falta dinero y e brasileño del Celta tiene varias novias llamando a su puerta.
Además, el alto nivel que está mostrando Rafinha desde el regreso de LaLiga Santander tras la crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus hace que en el Barcelona se froten las manos. Si bien es cierto que el Celta no ha dicho su última palabra, cuenta con la voluntad del futbolista de continuar en Balaídos y en el club son conscientes de que si hay que hacer un gran esfuerzo este verano por algún futbolista, este ha de ser Rafinha.