Ha sido un mercado estival un tanto extraño con motivo de la pandemia del coronavirus. La mayoría de clubes apenas han realizado movimientos, como es el caso del Celta de Vigo. Cuatro fichajes, dos jugadores que regresan de sus cesiones con situaciones totalmente opuestas y salidas de todo tipo, unas deseadas y otras no tanto. A continuación, un repaso al mercado de fichajes en clave celeste.
El primer movimiento que llevaba a cabo el Celta en materia de fichajes era la continuidad de Lucas Olaza. Tras unas negociaciones cargadas de tiras y aflojas con Boca Juniors, se llegaba a un acuerdo para que el lateral uruguayo terminara la pasada campaña como celeste y continuase cedido la actual, con una opción de compra por parte del club olívico.
Ya con la temporada terminada, Renato Tapia se convertía en la primera incorporación como tal. El centrocampista peruano aterrizaba en Vigo con la carta de libertad bajo el brazo tras finalizar su contrato con el Feyenoord holandés el pasado 30 de junio, y firmaba hasta 2024.
Apenas unas horas después se hacía oficial el fichaje de Álvaro Vadillo procedente del Granada CF, también como agente libre. Un futbolista que ha dado mucho que hablar en este último día de mercado, ya que tras no haber convencido a un Óscar que no le ha dado ni un solo minuto en lo que va de curso, se ha marchado cedido con opción de compra al RCD Espanyol.
El siguiente en llegar era Miguel Baeza, que firmaba con el Celta hasta 2025 tras desligarse del Real Madrid, con cuyo filial, el Castilla, había destacado en Segunda B. Le seguía Jeison Murillo, cuarto y último fichaje de los olívicos en este mercado de traspasos. El colombiano protagonizó un auténtico culebrón, ya que estuvo a un paso de recalar en el Valencia CF, pero finalmente optó por volver a Balaídos, donde jugará nuevamente como cedido por la Sampdoria, si bien el Celta se guarda una opción de compra.
Dos jugadores han regresado tras sus respectivas cesiones, y cada uno vive una situación totalmente opuesta. Por un lado, Emre Mor, que la pasada campaña jugó en el Galatasaray en el primer tramo del curso, y en el Olympiacos hasta el verano. El club le ha dado una nueva oportunidad y, esta vez sí, parece que el internacional turco se lo está tomando en serio después de haber sido protagonista en incontables ocasiones por sus episodios fuera del terreno de juego.
Por otro lado, David Costas, que volvía al Celta tras no lograr el ascenso a Primera con el Almería, que tenía una opción de compra obligatoria sobre su persona en caso de subir a la categoría reina. El defensor no había sido ni siquiera inscrito por parte del club, pero él tenía claro que no iba a salir a no ser que recibiera una oferta que cumpliera sus exigencias, algo que finalmente no ha sucedido. Está por ver si ambas partes se sientan a negociar una posible rescisión de contrato.
En el apartado de salidas, las ha habido de todo tipo. Algunas, como la de Rafinha Alcántara, para nada deseada. El internacional brasileño estaba cedido por el FC Barcelona, y finalmente, su destino no será Vigo, ya que en las últimas horas del mercado se ha confirmado su traspaso al Paris Saint-Germain de cara a las tres próximas temporadas.
En el lado opuesto encontramos a Pione Sisto, que tras convertirse en otro de los culebrones del verano, sellaba su regreso al Midtjylland y ya es pasado en el Celta. También abandonaban el club Robert Mazan, que se ha marchado al Mladá Boleslav de la República Checa. Mientras que Filip Bradaric, Fiodor Smolov y Pape Cheikh regresaban a Cagliari, Lokomotiv de Moscú y Olympique de Lyon, respectivamente, tras concluir sus cesiones, aunque el canterano celeste jugará nuevamente a préstamo, esta vez en el Dijon.
En calidad de cedidos han abandonado el Celta, por su parte, tres jugadores. El 'Toro' Fernández buscará el ascenso con el Real Zaragoza, Juan Hernández jugará en el recién ascendido a Segunda CE Sabadell, y Jozabed Sánchez de la mano del Málaga CF.