Lucas Olaza llegó este domingo a última hora a Valladolid y lo primero que hizo fue pasar el reconocimiento médico con el conjunto blanquivioleta en uno de los centros médicos convenidos con el Real Valladolid. El aún jugador del Celta de Vigo cerrará en las próximas horas su pase al Valladolid cerrando una etapa de dos años en la ciudad olívica.
La entidad vallisoletana quiso por un lado acelerar todos los trámites para tener toda la documentación preparada y evitar sustos de última hora, así como aprovechar el toque de queda para ganar discreción. De hecho, el uruguayo no llegó hasta cerca de las 22.00, ya con la prohibición de estar en la calle.
Así, pasada la medianoche los dirigentes del club castellano todavía apuraban el intercambio de documentos para tener un lunes más o menos tranquilo, lo cual será en parte inevitable.
El cambio horario con Argentina y el hecho de que hubiese muchas partes implicadas ha elevado las complejidades de una operación que, salvo giro brusco, acabará con final feliz para el Real Valladolid.
El Real Valladolid se ha aprovechado de la negativa del Celta de Vigo a afrontar el pago de cuatro millones de euros a Boca Juniors si Olaza jugaba un total de 20 partidos de liga. El uruguayo deja el equipo tras haber ofrecido un buen rendimiento en los más de 60 partidos disputados desde que llegó cedido por el cuadro bostero en enero de 2019.