La designación arbitral para la próxima jornada de LaLiga Santander que se ha dado a conocer este jueves ha suscitado cierta polémica entre la afición del Celta de Vigo. Y es que este domingo ante el Sevilla, el equipo celeste se volverá a encontrar con su particular 'bestia negra': Ricardo de Burgos Bengoetxea.
El colegiado bilbaíno dirigirá por primera vez esta temporada un encuentro del equipo que entrena el 'Chacho' Coudet. Y aunque el último partido que arbitró tuvo un resultado positivo -la victoria ante el FC Barcelona en el Camp Nou en la última jornada del curso pasado-, el historial de polémicas que ha protagonizado el vizcaíno todavía permanecen en el recuerdo de muchos aficionados.
La última sucedió el 6 de noviembre de 2020, en el empate ante el Elche que provocó la destitución de Óscar García Junyent. En el minuto 79 de partido, el ex celeste Lucas Boyé rompió el pómulo a Brais Méndez y ni siquiera vio la tarjeta amarilla. Sí que recibió la amonestación, en cambio, un Iago Aspas que fue a protestar la decisión. Una acción a la que reaccionó Denis Suárez en redes sociales con un clarificador 'no comment'.
Aunque se recuerda mucho más lo que sucedió el 30 de junio de 2020, en un encuentro entre Celta y Mallorca crucial en la lucha por no descender que se saldó con una victoria por cinco goles a uno del conjunto bermellón.
El colegiado bilbaíno revisó en el VAR durante más de cinco minutos (518 segundos más concretamente) una acción que se saldó con un penalti a favor del Mallorca. La acción que la provocó fue una entre Santi Mina y Dani Rodríguez en la que no se pudo apreciar ningún contacto.
Veremos este domingo el Celta consiga su novena victoria en 23 partidos dirigidos por De Burgos Bengoetxea.