Domingo 16.15 horas ante un Sevilla FC de Champions en el primer partido tras más de 600 días sin restricciones sanitarias al aforo. Esos eran los condicionantes positivos para que Balaídos presentase una entrada digna, pero la realidad volvió a demostrar que una parte del celtismo le ha dado la espalda a su estadio y que el equipo deberá afrontar muchos partidos de Liga con un escaso número de aficionados en sus gradas. La afición ha ido abandonando poco a poco al Celta de Vigo en casa y tras la pandemia por el coronavirus el efecto se ha multiplicado. Ayer 10.744 espectadores, algunos sevillistas, llenaron poco más de la mitad del aforo de un Balaídos que empuja a los suyos por calidad pero no por cantidad.
Las comparaciones siempre son odiosas, especialmente si en el norte un equipo de 1º RFEF como el Deportivo de La Coruña puede meter a 14.000 espectadores en Riazor ante el San Sebastián de los Reyes. Un hecho que debería hacer reflexionar a un club que hace poco presumía de tener cerca de 23.000 abonados y que en estos momentos no facilita el número de socios que tiene en la actualidad. Carlos Mouriño reconoció en una comparecencia ante los medios de comunicación el pasado mes de mayo que la masa social del Celta se había reducido en la pasada temporada, marcada por la pandemia y la imposibilidad de asistir al estadio, hasta los 16.801 abonados.
En esta pasada campaña de abonados, de pocos días de duración y con la imposibilidad de pagar el abono de forma financiada y fraccionada, la respuesta del celtismo no fue la esperada por el club. En un comunicado oficial el Celta aseguraba que el 90% de los abonados habían renovado su carné de socio. Muchos aficionados se extrañaban por las importantísimas bajadas en el número de abonado este curso, algunos de ellos con más de 10 o 15 años de vinculación continua con el club.
"Todas las temporadas, por fallecimientos o cambios de domicilio o porque hay gente que no puede pagar el carnet, tenemos sobre 2.000 bajas. Se van a tratar de recuperar, como todos los años con bastante éxito, un número alto de esas bajas", explicó Carlos Mouriño el pasado mes de agosto en la que se anunciaba que se abriría un periodo de reserva para nuevas altas a la espera de conocer el aforo exacto con el que iba a contar Balaídos esta temporada. Esta campaña de nuevas altas se produjo y la sorpresa saltó cuando estos nuevos socios recibían un número de abonado inferior al 12.500.
El Celta quiere abrir una segunda campaña de altas y llamó a los socios que no habían renovado para preguntarles los motivos de su decisión. Muchas son las razones, desde económicas, pasando por los horarios o la incomodidad de Balaídos pero la realidad es que el celtismo, al menos una parte, se ha desconectado del club y siente una desafección cada día mayor. Los datos de asistencia son dramáticos.
Con aforo aún reducido ante el Atlético de Madrid solo asistieron al encuentro 5.401 espectadores de los poco más de 7.000 que podía albergar Balaídos. Ante el Athletic Club, en las mismas condiciones, estuvieron en las gradas 5.492 personas. Con el aumento del aforo al 70% de capacidad Balaídos acogió a 6.754 aficionados contra el Cádiz y 6.375 ante el Granada cuando el estadio podía alcanzar algo más de 10.000 asistentes.
Este domingo se batió el récord de espectadores con 10.744 personas sobre las 17.000 que podían asistir al partido ante el Sevilla. Unos números preocupantes porque ni el tiempo, ni el horario, tampoco el rival o las restricciones sanitarias jugaban a la contra de un Celta que va camino de jugar solo en su casa si la situación empeora un poco más.
El Celta, cuyos ingresos por abonos y taquillas no suponen un porcentaje importante de su presupuesto, debe tomar medidas si no quiere que más celtistas se olviden de ir a Balaídos y den la espalda al equipo. La única buena noticia del partido desde la bancada fue el regreso de la 'grada de animación' y que los 10.000 espectadores presentes animaron hasta el final ovacionando a un equipo que se dejó todo sobre el césped a pesar de la derrota. Pero la realidad marca que en cinco partidos de Liga solo 34.766 espectadores han estado en Balaídos.
Me da a mi que no hay tanta diferencia con el abono del depor, unos 50€.
Estos 2 últimos años la afición se ha topado con la disyuntiva de pagar un abono a cambio de no asistir al estadio o (por ejemplo) coger ese dinero y contratar un canal en donde ver al equipo. Una decisión "complicada" de tomar.. Ahora nos dicen que volvamos y pagemos, renunciando a la comodidad que supone un baño a mano, nevera y mueble bar. Lluvia, trastorno de desplazamiento o aparcamiento, etc. Y sucede que en la vida a lo bueno uno se acostumbra rápido, sin esfuerzos. Rehacer el camino que nos ha traído hasta aquí.. ya hay que echarle voluntad! La marcha del equipo, que desde la visita a Old Traford no ha hecho sino penar sus miserias por la categoría, no es que ayude gran cosa. La política del club tampoco. Todas son razones, sí, como también debiera serlo la autocrítica. El resumen por crudo e impopular que pueda resultar, es que clubs que arrastran escaso seguimiento NO son merecedores de jugar en la élite. Porque restan caché a la competición y porque las inversiones acuden a espectáculos que son de masas. Una liga en que una parte de sus miembros dan la espalda, es una liga con tendencia al empobrecimiento general, donde justos pagan por pecadores. Pero en fin, quiero pensar que tanto nos hemos acomodado y tan reciente es, que hemos olvidado el papel que el aliento significa. Papel que dentro de las posibilidades volveremos a asumir en poco tiempo
Paco, dime logo un equipo humilde de Segunda B (podes remontarte ó ano que queiras) ou Segunda, incluso Primeira, que promedie a asistencia de Riazor día tras día. Non é a categoría, nin os precios, é a actitude da afición. Ou se está nas boas e nas malas, ou non se está. Un saudiño, meu, abre os ollos.
soy socio y accionista desde hace más de 20 años, la temporada pasada me mandan el carné a casa, esta temporada despues de muchos intentos logro contactar con ellos y resulta que estoy dado de baja por no pagar los 50 euros la temporada anterior pero me dicen que me podría hacerlo en el mes de septiembre pagando 90 euros de alta....que simpaticos¡¡¡ se ve que no le interesan tener socios.
Creía que la censura se acabó en 1978, cuando se expone una opinión con educación no se debe censurar aunque piense distinto vale. Gracias El desmarque
Siempre disculpas somos una afición que damos pena, ver para el Norte 18000 socios aquí lo que hay mucho aficionado de bar y sillón, solo aparecemos en finales de Copa del Rey para figurar no tenemos arraigo ninguno una afición que abandona su equipo no es buena afición, lo que hay es que rasgarse el bolsillo si Mouriño abre las puertas está hasta la bandera lleno pero claro gratis Hala Celta
Estoy seguro que, en un día como el de ayer, con precios asequibles tendrían una entrada digna de primera división. Una anotación más en el "debe" de los gestores del club.
todos sabemos que no hemos ido por la infame actitud del presidente que tenemos. desde la renuncia a ser de vigo hasta la falta de respeto a la persona que, sea quien sea, es la máxima representación de los ciudadanos de Vigo
Hace tiempo que desde el club deberían de haber visto que algo no estaban haciendo bien,cuando se ha ninguneado al socio en infinidad de ocasiones, yo llevo 37 años como abonado y la verdad es que cada año nos lo ponen más difícil,lo de este año de no poder fraccionar el pago del abono ha sido de traca,en vez de dar más facilidades,cada día son más trabas
Comparar la entrada de un equipo de Primera con una de segunda b es de risa, cuando las entradas y los abonos de segunda B son muchísimo más baratas.