Àlex Carbonell ha encontrado en el Celta y en Vigo todo lo que estaba buscando. El joven y talentoso centrocampista de 24 años se ha convertido en uno de los pilares de un filial que aspira a estar arriba en una competición tan exigente como la 1º RFEF. El futbolista, tras varias temporadas cambiando de equipo, de ciudad y incluso de país, ha logrado la continuidad que todo jugador necesita para reencontrarse con su mejor fútbol de la mano de Onésimo y compañeros como Holsgrove, Gabri Veiga, Íker Losada o Lauti. El de Cerdanyola del Vallés confiesa que vive uno de sus momentos más felices como futbolista por lo que se muestra convencido de lo acertada que ha sido la decisión de aceptar este verano la oferta celeste.
¿Cómo surgió el interés del Celta, qué te hizo decidirte por enrolarte en un equipo filial tras jugar varias temporadas en primeros equipos?
El Celta, creo recordar, ya se había interesado en mí en diciembre. En ese momento consideré que lo mejor era terminar la temporada en Suiza e intentar acabarla un poquito mejor. Yo, sobre todo, quería volver a España. Era uno de mis deseos pero siempre que estuviese acompañado de un proyecto muy interesante a nivel deportivo.
Cuando vi que el Celta me ofrecía eso en un filial donde tienes mucha visibilidad y quizás podía tener un poco más de participación, pero es algo que nunca sabes porque nadie te puede garantizar que vas a jugar todo, estar en un vestuario con gente más de tu edad... esa suma de todas estas cosas es lo que iba buscando y la verdad que hasta el momento no me arrepiento para nada de mi decisión. Siento que es lo que necesitaba, el equipo va como un tiro y estoy convencido que esta ha sido la decisión acertada.
Onésimo ha apostado por darte galones en el Celta B, estás jugando prácticamente todo. ¿Este es uno de los momentos más dulces en tu carrera deportiva en mucho tiempo?
Es verdad que no estaba teniendo la continuidad que ahora Onésimo me está dando. Yo estoy disfrutando ahora de esta profesión como nunca, tanto dentro del campo como fuera con los compañeros, con los que tengo una relación estupenda. Ahora mismo no puedo pedir nada más porque se está cumpliendo todo lo que un jugador necesita. Para mí Vigo y el Celta están siendo una experiencia muy bonita.
En el día a día, en los entrenamientos y en el vestuario. ¿Cómo es Onésimo de cerca?
Es un gran entrenador. Es muy exigente, logra que no te rejales nunca, y combina esa exigencia del día a día con muchas bromas. Es un entrenador muy bromista que te hace el día a día muy ameno. Hace que esa combinación sea muy buena porque a la vez que vas a entrenar de forma muy exigente te lo pasas muy bien.
El fútbol, al final, tiene que ser una diversión además de un trabajo y Onésimo consigue que el equipo tire. Ojalá que con su ayuda sigamos con estos resultados. El equipo agradece la idea de juego que tiene el entrenador y va a muerte con ella.
Por tus características como futbolista el poder jugar en un filial como el Celta, que busca tratar bien la pelota, que tiene a jugadores talentosos como Holsgrove, Íker Losada o Gabri Veiga es mucho más beneficioso e interesante que hacerlo en otros equipos más defensivos o con un fútbol más físico y directo.
Para mí era muy importante saber qué entrenador tenía el Celta B y cuando me dijeron que era Onésimo, que había jugado en el Barca, que busca tener el balón, se cumplió con esa cosa que falta para acabar de tomar la decisión de venir. A partir de ahí lo tuve muy claro. Además jugar con estos compañeros es una gozada. Son gente joven con muchísima calidad, nos entendemos y nos complementamos y sumamos para el bien del equipo. Todo el equipo se beneficia de Jordan, Gabri o Íker, yo el primero. Entre todos estamos haciendo que el equipo esté bastante arriba.
El equipo está mostrando un buen nivel tras una pretemporada muy complicada y accidentada. La línea de juego y resultados es ascendente. ¿Cuál es el nivel que puede llegar a ofrecer este Celta B?
El equipo aún tiene mucho margen de mejora. Estamos haciendo algo muy bueno y que es poco frecuente en un filial que es saber sufrir en bloque bajo cuando el rival está presionando muy arriba o incluso es superior en algunos tramos del partido. Creo que eso es fundamental. Luego seguimos mejorando con el balón y cuando vuelva Lauti, porque su baja está siendo muy importante para el equipo, el equipo va a seguir sí o sí en esta dinámica. Yo no encontraría ninguna explicación para que no se diera así.
¿Cuál crees que puede ser el objetivo final del Celta B, cuando regresas de Suiza te imaginabas lo dura que podría llegar a ser la 1º RFEF?
El equipo tiene que estar lo más arriba posible siempre. Pero el objetivo que tenemos que tener es ganar el domingo y luego el lunes el objetivo tiene que volver a ser ganar el próximo domingo. Parece una tontería pero es así siempre teniendo la ilusión de estar lo más arriba posible. Podemos hacer play off pero siempre desde la ilusión porque esta temporada la división está siendo mucho más dura que la Segunda B de antes. Estamos en octubre aún y lo que tenemos que hacer es intentar seguir en esta dinámica desde la ambición, las ganas y la ilusión.
Has podido jugar ya en Barreiro y en Balaídos. ¿Dónde os sentís más cómodos y dónde crees que puede jugar mejor el equipo?
Obviamente en Balaídos. Es un campo grande, con un césped espectacular y tiene unas dimensiones bastante más grandes. Gusta más jugar en Balaídos pero si no puedes jugar en Balaídos y toca jugar en Barreiro te tienes que adaptar. Este viernes entrenamos ahí y el césped también estaba espectacular así que no podemos tener ninguna excusa pero sí es cierto que cualquier jugador de un filial de cualquier equipo le preguntas si quiere jugar en su estadio o en el estadio del primer equipo todo el mundo va a contestar que prefiere jugar en el del primer equipo por todo lo que conlleva, incluso en lo emocional.
¿Qué esperas que suceda este domingo ante el DUX Internacional?
Para mí es un partido clave. Hemos ido sacando buenos resultados contra equipos de arriba pero si el equipo se relaja o se confía cualquier equipo de la parte baja nos puede ganar. Los partidos se deciden por pequeños detalles y si nos relajamos por cualquier motivo o no se diesen algunos resultados pasaríamos a ser un equipo que también está en la parte baja. Hay que salir a por los tres puntos desde el principio, con mucha ambición, haciendo caso de las pautas que nos de el entrenador.