Cuando parecía que todo estaba perdido, Iago Aspas apareció en Balaídos para darle esperanza al Celta de Vigo y a toda la afición en los primeros minutos de la segunda parte.
El de Moaña hizo lo que sabe hacer: estar colocado en la mejor posición y atento para todo lo que pueda ocurrir en el área. Y lo que ocurrió es que le cayó un balón preciso para definir y recortar la distancia en el marcador con el FC Barcelona.
De esta manera, Aspas se desquitó tras una racha en la que no estaba consiguiendo goles con regularidad en LaLiga Santander. Al mismo tiempo, da al aficionado la confianza que necesita y el manda un claro mensaje: tranquilos, estoy aquí para marcar.