El Celta de Vigo ha logrado una épica victoria en el Benito Villamarín. El cuadro dirigido por Eduardo Coudet ha vencido 0-2 al Real Betis a pesar de las innumerables bajas que asolaban al equipo. Ni el coronavirus ni uno de los gallitos de LaLiga ha podido con un extraterrestre que nació en Moaña hace 34 años. Iago Aspas marcó los dos goles del cuadro celeste. El segundo, una obra de arte al alcance de unos pocos elegidos, rompió por completo a los sevillanos. Los de Pellegrini, aún con más posesión, no pudieron inquietar la meta de Matías Dituro, escoltado por Okay Yokuslu y Carlos Domínguez, una improvisaba pareja de centrales que rindió a un nivel altísimo, como todo un Celta que dio una lección de madurez, resiliencia y solidaridad en el que era, para Coudet, el partido más complicado de la temporada.
Con la baja de última hora de Kevin Vázquez, que sufrió una indisposición este domingo cuando su titularidad estaba confirmada por LaLiga, Eduardo Coudet conformó una defensa con jugadores poco habituales como Okay Yokuslu y Carlos Domínguez. El Chacho no pudo contar con jugadores importantes como Hugo Mallo, Jeison Murillo, Néstor Araújo, Renato Tapia, Augusto Solari y Thiago Galhardo para medirse a un Betis que sumaba menos bajas que los vigueses para este primer partido del año.
Los de Pellegrini llevaban la iniciativa del choque con una altísima presión que el Celta superaba en contadas ocasiones. En una de ellas Santi Mina obligó a Rui Silva a irse abajo para evitar el tanto vigués en los primeros compases del duelo. También Bartra evitaba el disparo de Aspas tras una gran recuperación de Javi Galán. El Betis tenía la pelota y el Celta las oportunidades. Juanmi y Canales buscaban cómo responder a un rival más vertical. Okay Yokuslu y Carlos Domínguez, la improvisada pareja de centrales, se mostraba firme y segura. El Celta concentraba su ataque en la banda izquierda, con un sensacional arranque de partido de Franco Cervi.
El Betis, con los lanzamientos de falta de Canales, buscaba generar peligro a balón parado donde a los vigueses les costaba más defender el arco de Matías Dituro. Redoblaba la intensidad el conjunto rojiblanco. Guardado y Carvalho se pegaban a Beltrán y Denis Suárez impidiendo que los de Coudet tuviesen un mínimo respiro. El Celta volvía a tener serios problemas para salir con la pelota jugada. Solo Aspas era capaz de romper el entramado defensivo diseñado por Pellegrini. Se acostumbraba a vivir con la presión el cuadro celeste, superaba sus peores minutos y a partir de la media hora de juego se encontraba de nuevo cómodo sobre el verde del Benito Villamarín.
Poco después se rompía el partido gracias a un gol de penalti de Iago Aspas. El moañés adelantaba al Celta en el minuto 35 al transformar una pena máxima cometida por Guardado. Soto Grado no dudó en señalar el punto de penalti cuando el centrocampista mexicano del Betis derribó a Franco Cervi, elvolante argentino había iniciado la jugada celeste al recuperar un balón mál despejado por Rui Silva.
El gol sentaba bien a un Celta que rozaba el segundo en una bonita internada por banda de Javi Galán en la que Víctor Ruiz y Álex Moreno casi meten en propia meta el centro del pacense. Aún quedaba tiempo para un nuevo zarpazo del moañés. Aspas le robaba la cartera a Víctor Rúiz tras la arrancada de Santi Mina por la izquierda. El delantero era más listo que el central y luego, con una serie de regates, quiebros y amagos, se iba haciendo espacio evitando a Rui Silva y el resto de defensas béticos. Ponía el 0-2 en el 42' con una obra de arte con la que alcanzaba los dobles dígitos en el último partido de la primera vuelta.
Pelligrini, nada contento con el rendimiento de su equipo, daba entrada a Rodri por Lainez. Pudo sentenciar el choque el Celta con un remate al palo de Santi Mina a centro de Cervi en el 46'. Los de Coudet, a pesar de las importantísimas bajas que asolaban al equipo, no sufrían ante uno de los candidatos a pelear por la Champions League esta temporada. El técnico chileno se la jugaba con Fekir y Borja Iglesias para intentar nivelar el encuentro. Coudet no disponía de esa amplitud de banquillo y mantenía sus piezas sobre el campo a pesar de que algunos jugadores no habían podido entrenarse estas dos últimas semanas al haber estado confinados tras su positivo por coronavirus.
El Celta no permitía a los béticos ni rematar a puerta. Dituro apenas tuvo trabajo. Un disparo raso y centrado de Canales, que no tuvo problemas en atajar, era la primera ocasión local en la segunda mitad cuando el reloj ya marcaba el minuto 68. Otro disparo ligeramente desviado de William Carvalho tras rebotar en Javi Galán. Santi Mina tuvo una más, tras jugada de Aspas, para sentenciar el choque en el 73' pero Rui Silva estuvo acertado para despejar el ajustado remate del vigués.
El partido afrontaba su tramo final con el Celta asentado, sin sufrir y sin cambios en el once titular. Ni Borja Iglesias ni Juanmi eran capaces de superar a Dituro. Coudet iba agotando los cambios para romper más el partido y así impedir que el Betis asediase el área olívica. Tres puntos de oro ante un rival de máximo nivel y en una circunstancias extremas en las que el compromiso y solidaridad de todos han sido tan importantes como las genialidades de Iago Aspas.