Un gol con dedicatoria especial a su abuela en el cielo y al hijo que no ve desde hace meses
Thiago Galhardo nunca perdió esa amplia sonrisa con la que afrontó desde el primer día su aventura en el Celta de Vigo a pesar de los pocos minutos que está disfrutando y de su ausencia de goles. El delantero brasileño recordaba al finalizar el encuentro donde por fin se pudo estrenar como goleador que hacía "23 partidos" de Liga en los que no era titular. "Hacía mucho tiempo que no empezaba a jugar. El último partido en Balaidos, y el único, fue contra el Barcelona hace cuatro meses". Un gol que ha dedicado a muchas personas, desde su nueva familia, el Celta, a su hijo que no ve desde hace meses o su abuela, que está en el cielo.
El delantero no podía esconder su felicidad por romper esa mala racha sin marcar: "Estoy muy contento por el primer gol, ya había dicho que cuando saliese el primero todo será más fácil para seguir ahí trabajando con confianza". Reconoció que para un delantero el hecho de pasarse tantos meses sin marcar "es un poco complicado". "Hacía siete meses que no hacia un gol, desde julio del año pasado. Desde que llegué lo estaba intentando" recordando que en varias ocasiones lo rozó pero que tuvo "muy mala suerte" en algunas acciones donde estrelló el balón al palo o el meta rival le sacó la pelota cuando ya estaba listo para celebrar el gol.
Para Thiago Galhardo este gol llegó en el mejor momento posible por el tipo de partido que se dio ante el Mallorca, delante de la afición en Balaídos: "En algún momento iba a salir y este fue el mejor momento. Esta semana hablé con mucha gente que estaba confiada en que podría salir. Hablé con mi hermano hoy, antes del partido, que iba a hacer un gol".
El atacante reconoció sentirse feliz en Vigo y en el Celta: "Es una familia muy grande. Estoy muy contento y estoy trabajando con mis compañeros. Quería ayudarles y para ayudar un delantero tiene que hacer gol porque eso es bueno para nosotros, para mi familia". Visiblemente emocionado recordó que "estoy lejos de mi familia, de mis hijos. Hoy hablé con la madre de ellos para que pudieran ver el partido. Antes de llegar aquí estaba viendo donde podían ver el partido y seguro que hoy estaban viendo el partido".
Este gol también tuvo una dedicatoria especial. Thiago Galhardo recordó que este tanto iba directo al cielo: "Estoy muy contento por mi abuela, que hoy está arriba, y por ellos que seguramente están celebrando mucho". También iba dedicado a "mi hijo". "Hace seis meses que no podemos estar juntos". Su pequeño, como explicó Thiago, está siempre preguntándole "¿cuándo vienes?".
"De aquí a dos meses y medio estoy de vacaciones y voy a estar contigo" le responde. Pero Thiago Galhardo tiene por delante un objetivo antes de ese feliz reencuentro con su hijo: "Antes tengo que trabajar mucho aquí para hacer goles e intentar llegar lo más arriba posible con el equipo".