El Celta de Vigo no estará solo en Bilbao como no estuvo solo, hace una semana, en Barcelona. Los pupilos de Eduardo Coudet contarán con el apoyo de medio millar de aficionados celestes en las gradas de San Mamés. La visita al Athletic Club, siempre que el calendario lo permite, es uno de los partidos marcados en rojo por el celtismo para poder ver a los suyos fuera del fortín de Balaídos. El Celta, como único equipo de todo el noroeste peninsular, apenas puede disfrutar de viajes sencillos siendo el de Bilbao uno de los predilectos temporada tras temporada por el buen ambiente reinante entre ambas aficiones que se consideran hermanas.
Una tradición que, dos años después, volverán a disfrutar tras eliminarse todas las restricciones que trajo el coronavirus a todo el mundo. La última visita de la afición celeste a San Mamés fue el 19 de enero de 2020, unas semanas antes de que estallase en todo el planeta la pandemia de coronavirus que ha matado a millones de personas en estos dos últimos años.
Con la pandemia controlada en Europa, sin ningún tipo de restricciones para viajar y con los aforos de los estadios completos, las aficiones visitantes han podido volver a animar a sus equipos fuera de sus campos. Algunos aficionados celestes, aprovechando los días festivos que proporciona la Semana Santa, ya se han desplazado a Bilbao estos días.
La Federación de Peñas, que ha organizado un autobús, salió de Vigo este jueves para disfrutar de todo el fin de semana. El partido del domingo, a las 18.30 horas, es el colofón de este viaje a tierras vizcaínas. La peñas Irmandiños y Fóra De Xogo también han organizado un viaje para presenciar el Athletic Club-Celta en San Mamés. Una tradición, el viaje a Bilbao, que el celtismo recupera tras dos años de pandemia ya que en la temporada pasada, la 2020/21, el partido se jugó a puerta cerrada.
Con un precio de 45 euros cada entrada, y con solo 250 localidades facilitadas por el Athletic Club, se espera que numerosos particulares estén presentes en otras gradas de San Mamés más allá de la destinada a la afición visitante. Miembros de la peña Zeru Urdin, radicada en Bilbao, también asistirán a un partido siempre especial para estos aficionados. Un encuentro en el que el Celta buscará cortar su mala racha de resultados, cerrar la permanencia, y dar una alegría a los aficionados celestes que rugirán desde las gradas de San Mamés para apoyar a los suyos.