Huye de Rusia por la guerra y recala en Vigo por su amor al Celta: la historia de Sergey Klepalov

El fútbol va mucho más de lo que sucede en el campo. Es comunidad y es familia. Alrededor del césped giran la vida y la historia de miles de aficionados. Cada uno tiene la suya, pero no todas son tan intensas como la que une a Sergey Klepalov con el Celta. Un ciudadano ruso que ha viajado a Vigo, la ciudad del equipo de su corazón, para poder quedarse y formar una nueva vida.

A través de redes sociales se dio a conocer la historia de Klepalov, un ciudadano ruso, contrario a la guerra, que ha huido del país y ha viajado a Vigo para poder buscar trabajo y quedarse a vivir. Su historia, resumida por la peña celtista Centolos Celestes, de la que es miembro desde hace años, es digna de admirar. Perdió a su mujer hace dos años, su trabajo debido a la pandemia, y acabó en la cárcel tras manifestarse en contra de la invasión de Ucrania. Como cuenta la peña celeste Centolos do Celta, después de acabar con varios huesos rotos tras sufrir golpes y abusos en la cárcel, decidió abandonar Rusia para volver a una ciudad que considera su casa.

Un amor por el Celta que dio a conocer por redes sociales

Las redes sociales han permitido conectar a cualquier persona del mundo con aquellos amores lejanos que parecían imposible. Sergey Klepalov, conocido en twitter como @SerxiElZarista, se hizo popular en el ambiente Celta por la historia que le une al club vigués. Activo en redes, había viajado muchas veces a Vigo a conocer la ciudad y ver a su equipo. Además, en 2017 subió una foto con su ídolo, El Zar original. Su amor por el celeste empezó por Aleksandr Mostovoi, pero perduró tras la salida del ruso y se ha multiplicado en los últimos años.

Desde Ekaterimburgo, una ciudad a casi 1.800 km de Moscú, este aficionado del Celta enviaba ánimos al equipo de su corazón. Ahora podrá volver a hacerlo desde Vigo, ciudad a la que ya ha llegado y en la que busca empleo para poder quedarse y asentarse en la ciudad. Ya había estado anteriormente en la ciudad gallega, pero ahora lo hace con la intención de poder quedarse y asentarse, huyendo de la guerra con Ucrania y buscando un futuro al lado de su otro gran amor: el Celta.