'A Reconquista' se queda a medias

El Celta no logró el objetivo que se había marcado este domingo de fiesta en Vigo. 'A Reconquista' se quedó a medias en Balaídos. El estadio municipal no fue el fortín esperado para cerrar de manera definitiva una permanencia que rozan con la yema de los dedos y poder agarrarse al sueño de Europa. Con una casi olvidada fragilidad defensiva permitió al Almería sacar un punto que pudieron convertirse en tres si alguno de sus jugadores hubiese aprovechado los errores de la zaga celeste. El Celta fue mejor que su rival, asedió la meta de Fernando y dispuso de media docena de ocasiones claras para marcar un tercer gol que le hubiese dado la victoria. Hugo Mallo, Paciencia, Aspas, Carles Pérez... la lista de goles perdidos fue casi infinita con una grada soliviantada por las pérdidas de tiempo y los 'problemas' musculares de los jugadores andaluces. Ni en el descuento pudo el Celta marcar ya que el palo se cruzó con el bello remate de Iago Aspas para cambiar el definitivo 2-2.

El mismo once, cambios poco efectivos

Carlos Carvalhal ha encontrado, más allá de la lesión de Óscar Mingueza, un equipo titular estable. El celtismo empieza a recitar de memoria los nombres de los jugadores que arrancan en cada partido. Nadie duda del técnico portugués ni de lo que ha logrado desde su llegada al banquillo celeste. Ha encontrado la manera de confeccionar un conjunto solvente, efectivo y que sumar puntos.

Con parón de selecciones entre jornadas se contaba con la posibilidad de ver a Cervi de inicio por Luca de la Torre. El estadounidense no estuvo del todo fino ante el Almería pero tampoco contó con Franco Cervi. Los cambios no ayudaron a mejorar al Celta. Jugar con dos pivotes y dos delanteros con Veiga y Aspas en bandas desactivo a los vigueses en el tramo final. No le sentaron nada bien las sustituciones al equipo. Veiga y Aspas pasaron a un segundo plano y apenas llegaron ocasiones para marcar el tercero en el último tercio.

Una defensa aún de parón

La seguridad defensiva que ha logrado Carlos Carvalhal con el Celta de Vigo es incuestionable. También lo es que las pocas grietas del equipo atrás aparecen en los balones parados. Así se adelantó el Almería, con un gran testarazo de Babic. Algo blanda la zaga del Celta en las marcas permitió que el cuadro almeriense se pusiese por delante.

La solvencia del cuarteto defensivo, especialmente de sus dos centrales, apareció a cuentagotas este domingo. Luis Suárez hizo muchísimo daño a Joseph Aidoo y Unai Núñez. Las transiciones ofensivas del Almería obligaron a Carvahal a reforzar la medular con Renato Tapia junto a Beltrán. Aidoo y Unai Núñez alternaron grandes aciertos con indecisiones que costaron goles y oportunidades para el rival.

Haris Seferovic, un nueve de garantías

El suizo llegó a Vigo el último día del mercado invernal. Un fichaje que no ilusionó, una incorporación que se gestionó pocas horas antes del cierre tras caerse todas las opciones por las que peleó el Celta durante el mes de enero. Un 'nueve' cuando se buscaba un jugador de banda, un futbolista sin minutos en Turquía y cuyo mejor rendimiento estaba lejano en el tiempo.

Le costó arrancar pero en cada partido dejaba minutos. Su mal estado de forma le impedía competir de tú a tú con Strand Larsen. El veterano delantero le fue robando protagonismo al noruego. Carvalhal iba dándole más participación en cada jornada. Su facilidad para asociarse con Aspas y la complicidad con el moañés era más que evidente. Llegó su primera titularidad y su primer gol. Ahora se ha instalado en el once. Marca goles, ayuda fijando centrales y libera a Aspas y Veiga para que tengan más espacios.

Carles Pérez, un jugador que empieza a ser diferencial

El extremo diestro estaba negado de cara a portería. Le costó dos tercios de temporada estrenarse pero en estos momentos el de Granollers está desatado. Marca, asiste, regatea, se asocia y es tan desequilibrante como Aspas y Gabri Veiga. Llegó para ser un jugador top en LaLiga Santander y lo está consiguiendo.

Segunda jornada marcando pero sobre todo entendiendo a la perfección su rol en el equipo. Atrás ha quedado un jugador individualista que no levantaba la cabeza en busca de su jugada. Carvalhal ha transformado al Celta y una de sus mejores obras es el nuevo Carles Pérez.