Con LaLiga Santander afrontando su último cuarto de competición, los clubs ya comienzan a planificar la próxima temporada. En el caso del Celta, que ya tiene la salvación prácticamente certificada y lo único por lo que podría pelear es una plaza europea, cuenta con la ventaja de que Carvalhal tiene contrato hasta 2024 y puede realizar una confección de la plantilla a su gusto.
Uno de los primeros asuntos que deberá tratar la dirección deportiva es el debate de la portería. Con Agustín Marchesín lesionado de gravedad -y deseando volver a México- y Diego Alves inédito hasta el momento -y también lesionado- ha sido Iván Villar quien se ha adueñado de la portería de Balaídos.
Desde la dirección deportiva encabezada por Luis Campos se confía en este último, aunque también hay muchas esperanzas depositadas en un Rubén Blanco que está cedido en el Olympique de Marsella y regresará este verano.
Así lo ha corroborado Juan Carlos Calero, mano derecha de Campos en Vigo, en el podcast de LaLiga 'Arquitectos': "Rubén está cedido, pero llamado a ser importante", aseveró.
Tal es la importancia que tiene el guardameta de Mos que lo sitúan en el mismo escalafón que Iago Aspas o Hugo Mallo dentro de la pirámide en la que estructuran a la plantilla del club.
"Los denominamos jugadores 'A1'. Son los que están contrastados y que tienen peso importante en el equipo y son el foco en el que tienen que mirarse jugadores que vienen por detrás como Gabri Veiga, Fontán o Carreira", asegura.
También tienen lugar en esta pirámide los jugadores de la cantera que ya están teniendo cierta importancia en el primer equipo como Miguel Rodríguez que, en palabras de Calero, "van a ser top o una posible venta, aunque no es nuestro objetivo en este caso".