El Celta no pasó del empate ante el Girona en el importante encuentro de Balaídos. Ganar certificaba la salvación, algo que tendrá que esperar, al menos, hasta la próxima jornada. El equipo de Carlos Carvalhal lo intentó pero no dio con la tecla después del empate de Stuani. Y eso que ocasiones tuvo. Ganas no faltaron. Hasta Iago Aspas volvió a mostrar su amor por los colores en una nueva demostración de fidelidad.
Carvalhal no contaba con él. Las molestias físicas que padecía le impedían estar a disposición del equipo. Sin embargo, se echó de nuevo el vestuario a la espalda y salió para jugar los últimos minutos, para sorpresa de su técnico y de muchos de los presentes en el estadio.
Ahí estaba una vez más el bastión de este Celta. Su aparición, por desgracia, no sirvió para voltear el marcador de nuevo a favor de los vigueses. Sin embargo, una vez más quedó latente su eterno compromiso. Tras el partido, a Carvalhal le preguntaron sobre su estado físico y si estará o no disponible para el partido ante el Cádiz en el Nuevo Mirandilla.
Carvalhal tiró un poco de ironía y también de humor para responder. "No lo sé. Mi hija es médica, yo no lo soy", dijo entre risas. "Yo sinceramente no contaba que estuviera disponible para jugar, fue una sorpresa. Lo convoqué pero Iago es Iago. Entendemos que podía jugar un poquito, no podía jugar más que esto. Espero que de aquí al próximo partido pueda recuperar un poco más".