El Celta Fortuna toma Riazor

El Celta Fortuna ha tomado Riazor. Ejercicio soberbio de los de Claudio Giráldez tomando un estadio que permanecía invicto más de un año. Pablo Durán fue el encargado de someter el eterno rival, un Deportivo de La Coruña, totalmente hundido en la clasificación igualado en puntos con el descenso. Los vigueses fueron mejores que su rival en una notable primera mitad. En la segunda defendieron sin muchos problemas el 0-1 con el que llegaron al descanso tras el gol de Pablo Durán. En la segunda mitad los de Giráldez contuvieron al conjunto coruñés. El Dépor apenas inquietó, ni siquiera en los minutos finales, al Fortuna. Los escasos acercamientos se estrellaban en Javi Domínguez, el baluarte celeste como hombre libre. El Celta Fortuna se acerca a los puestos de play off de ascenso tras una victoria histórica que deja al Deportivo tocado y, quizá, hundido.

Valiente desde el pitido inicial el Celta Fortuna no acusó tener que medirse a un estadio con más de 25.000 personas. La extrema juventud de la plantilla de Claudio Giráldez supo leer a la perfección el derbi. Dominando la pelota, como anticipó el técnico, y sin permitir apenas ataques de un Deportivo que en ningún momento fue capaz de meter en aprietos a Coke Carrillo. Javi Domínguez anuló por completo a Lucas Pérez.

Los minutos pasaban sin que el Dépor pudiese dominar al filial celeste. A la contra Javi Rueda metía en muchos aprietos a Dani Barcia. La presión del Celta, casi en la frontal deportivista, asfixiaba la salida de balón de los de Idiákez. No le temblaban las piernas a los celestes. Se hacían con el control del juego para empezar a aparecer por las inmediaciones de la meta de Ian Mackay. Raúl Blanco, Pablo Durán, Hugo Álvarez y Javi Rueda llevaban el peso del derbi. A balón parado, en un saque de esquina, pudo llegar el 0-1 en el 22'. Tapó la zaga herculina. Solo las intentonas de Valcarce animaban a la grada local.

Aguantó sin problemas el 0-0 el Fortuna antes de ponerse por delante. Robó de Raúl Blanco. Este conecta con Pablo Durán. El de Tomiño buscó en la banda contraria a Hugo Álvarez. El disparo del carrilero zurdo impacta en un central. La pelota cae muerta a los pies de Pablo Durán y este no perdona. El filial celeste se ponía 0-1 por delante en el 31'. Aguantaría hasta el pitido final el resultado. Un pase de Raúl Blanco pudo convertirse poco después en el 0-2.

Alfon tuvo la sentencia en el 35'. Mackay mantuvo con vida a los suyos evitando el tanto del albaceteño, el verdugo del Dépor en la temporada 2019/20. Los silbidos y murmullos empezaban a aparecer en la grada. Un doble testarazo de Pablo Vázquez, ya pasado el 40', fueron la mejores ocasiones del Dépor en la primera mitad. Dos saques de esquina que cabeceó el central por encima del larguero. La primera mitad terminaba con el 0-1 obra de Durán mientras Javi Rueda reclamaba un penalti por agarrón.

Idiákez movió su banquillo para arrancar la segunda mitad. El Dépor buscaba el empate a balón parado. Bien plantado, el Fortuna, cedía la pelota al rival para buscar la sentencia a la contra. La única solución de los coruñeses era colgar balones para buscar un error de Coke Carrillo, dubitativo en las salidas. Ejercicio de control del filial, desesperación en el cuadro blanquiazul. Baño táctico de Giráldez a Idiákez, en la cuerda floja con una única victoria en siete jornadas y empatado a puntos con el Rayo Majadahonda, ya en puestos de descenso.

La primera intervención de Coke Carrillo de cierto mérito llegó en el 68'. Poco más del Dépor en una segunda mitad donde el corazón no fue suficiente. Los de Giráldez se replegaron en su campo cuando no tenían la pelota. Con ella no dudaron en plantarse lejos de su área para alejar al Dépor del gol.

Javi Domínguez evitaba, ya en el 84', un remate de Ochoa. El central se anticipaba al deportivista y recibía una patada que obligaba a los servicios médicos a tratarlo. Protestaba Riazor, desesperado por el resultado y por el juego de los suyos. Ni siquiera pudieron asediar a un filial que mantuvo su ventaja hasta el pitido final ya que todo el peligro que generaron, muy escaso, llegó a balón parado.