Los planes del Celta en el mercado de enero: acelerar por el mediocentro y sondear un central
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Son varios los frentes abiertos en el que será, con casi total seguridad, el último mercado de fichajes con Luís Campos al frente de la dirección deportiva del Celta de Vigo. El asesor deportivo portugués, muy cuestionado por su trabajo, deberá acelerar para cerrar el fichaje del mediocentro que no logró firmar en verano. Ahí se invertirá la mayor parte del límite salarial disponible. No se descarta la llegada de un defensa central para suplir a Joseph Aidoo. No se esperan más incorporaciones a pesar de los contactos que se han mantenido con el Racing de Ferrol para interesarse por la situación de Carlos Vicente. En el capítulo de salidas se pretender encontrar una cesión a Miguel Rodríguez, también podría suceder lo mismo con Williot Swedberg, y negociar con Agustín Marchesín.
Lo más urgente, y por lo que el Celta de Vigo ya está trabajando, es cerrar el fichaje de un mediocentro. En el club quieren que el jugador pueda incorporarse de manera inmediata. El objetivo es que pueda entrenar con el resto de la plantilla desde los primeros días de enero para reforzar al grupo desde ya. Las características son claras. Debe aportar buen físico, altura, fuerza y capacidad de recuperación. Además debe tener calidad con el balón en los pies.
El mercado de enero ofrecerá pocas opciones que cumplan todos esos criterios. Rafa Benítez lleva demandando un líder para la zona de creación desde su llegada al banquillo del Celta. En verano, ya en el último día del mercado, se cayó el fichaje de Batista Mendy. Ahora Luís Campos, prácticamente sentenciado, deberá lograr firmar un perfil todavía más contrastado que el centrocampista francés que ahora juega en Turquía. Ahí se irán prácticamente todos los recursos que dispone el Celta.
Un central, operación de bajo coste
Desde el club trasladan que en el límite salarial de 79,9 millones de euros queda margen para una operación de cierto calado y con una ficha media en la plantilla. Sueldos como el de Iago Aspas, Jonathan Bamba o Carles Pérez no encajarían en estos momentos si no sale ningún futbolista con un importante peso salarial.
Por ello la segunda operación en la que trabaja el Celta será 'low cost'. La dirección deportiva busca un central que pueda acompañar a Carl Starfelt, Unai Núñez y Carlos Domínguez. Se trataría de un futbolista menos contrastado que aporte en número y en entrenamientos. Supliría a Joseph Aidoo, lesionado de larga duración. El seguro de la FIFA permitirá al Celta invertir alrededor de un millón de euros en este mercado tras la lesión del central en un amistoso con Ghana.
Miguel Rodríguez, Swedberg y Marchesin
En el capítulo de salidas se busca una cesión para Miguel Rodríguez. El canterano apenas ha podido tener minutos en Liga. La Copa del Rey no es suficiente alivio y regresar al filial está descartado. Portugal, Países Bajos o un Segunda División de la zona alta parecen su destino. El futbolista quiere salir y el Celta no quiere cortar su progresión. En una situación similar se encuentra Williot Swedberg. El internacional sub 21 sueco, a pesar de tener solo 19 años, no puede pasar una segunda temporada casi en blanco. El club evaluará las distintas opciones que puedan aparecer en el mercado. No se descarta una cesión aunque la decisión no está tomada.
La salida que sí permitiría al Celta aliviar su límite salarial es la de Agustín Marchesín. El veterano portero argentino termina contrato en junio de 2025 pero en el club permitirían su marcha este mes de enero. La grave lesión que sufrió la pasada temporada, una rotura del tendón de Aquiles, le ha relegado a la suplencia. Por delante están Vicente Guaita e Iván Villar. Marchesín tiene una de las fichas más importantes de la plantilla. Desprenderse de ella permitiría al Celta mejorar su límite salarial.
En el club son conscientes de lo complicado de la operación. El regreso a México, para jugar en su amado América, sería la solución ideal para ambas partes. En estos momentos todo está en el aire. En la balanza parece más clara la continuidad de Marchesín, que se siente en deuda con el Celta, que su salida. No se contemplan más salidas de jugadores del primer equipo. Con estas operaciones el Celta quiere mejorar su plantilla de cara a la segunda vuelta. El objetivo es salir de la zona de descenso y poder disfrutar de una temporada más tranquila y sin agobios en las últimas jornadas.