Carlos Mouriño debuta como presidente honorífico del Celta

Carlos Mouriño dejó la presidencia del Celta de Vigo el pasado verano. El 28 de septiembre cerró más de una década como máximo responsable de la entidad celeste. Su hija Marián Mouriño tomó las riendas, de manera interina, hasta que en diciembre fue nombrada de manera oficial presidenta del Celta de Vigo tras la celebración de la Junta General de Accionistas. Fue en ese momento cuando propuso que su padre como presidente honorífico, un cargo que empezó a ejercer este jueves con una visita a la planta de geriatría del Hospital Meixoeiro.

"Me gustaría que nos siguiera apoyando y acompañando desde esta figura. Hoy es un día emotivo donde el protagonista es el presidente y su consejo", había señalado Marián Mouriño en la Junta General de Accionistas del pasado mes de diciembre mientras proponía a su padre como presidente honorífico.

Tras unos meses alejado del club Carlos Mouriño regresó a Barreiro para ver en directo al Celta Fortuna. Ahora ha dado un paso más representando al club en un acto institucional. Junto a Mario Bermejo, Ratkovic, Santi Castro, Vlado Gudelj, Atilano y Germán Arteta visitaron a las personas ingresadas en el hospital vigués.

Por ahora no ha vuelto a Balaídos. Su última aparición en el estadio vigués data de la pasada temporada, en el partido de Liga ante el FC Barcelona. El ya presidente honorífico no asistió al partido de leyendas que se disputó en agosto, un encuentro que sí presentó en A Sede junto a jugadores como Vicente, Gudelj, Michel Salgado, Alejo, Otero, Maté. Mazinho, Makélélé, Canobbio, Gustavo López, José Ignacio, Natxo Insa o Patxi Salinas.