Pablo Durán: "Los deportistas lo son las 24 horas del día, los 365 días del año"

Pablo Durán es celtista desde la cuna y jugador del Celta de Vigo desde hace poco más de un año y medio. El delantero nacido en Tomiño ha crecido desde las categorías inferiores de su localidad natal para dar el salto a 2º RFEF con la SD Compostela. Una única temporada en Santiago le valió para que el Celta posase los ojos sobre él. Tras una larga negociación la entidad viguesa afrontó un traspaso para reforzar su filial, algo que sucede pocas veces. Tampoco es habitual que un recién llegado desde la cuarta división del fútbol español se ganase en unas semanas entrenarse con el primer equipo debutando en Liga y Copa del Rey. Con 20 años todo eso lo vivió Pablo Durán sin "despegar los pies del suelo". El jugador cumplió "un sueño" que tenía desde bien pequeño. Estos entrenamientos y esos partidos "los disfrutaba como si mañana no lo fuera a vivir". Trabajo, compromiso, sacrificio, profesionalidad y constancia escrupulosa han llevado hasta aquí a Pablo Durán.

Llevas una temporada y media en Vigo ¿Qué valoración haces de estos meses?

- La verdad que muy buena. Vine siendo un jugador y ahora mismo soy otro. Hay un progreso, un aprendizaje muy grande. Venía del Compos, antes del Porriño y del Tomiño donde no fue tanta formación. Aquí tuve la posibilidad de aprender muchísimas cosas y la verdad que muy contento.

Pasas de jugar en el Porriño Industrial al Compos, llevas al Celta y en nada entras en dinámica de primer equipo debutando en Liga y Copa.

- La verdad que fue, ahora que lo veo, un año y medio donde pasé de jugar en Preferente a debutar en Primera División con el primer equipo. Es un cambio muy, muy grande. Pero yo lo llevé con normalidad, no sé... muy normal en el día a día. La verdad es que fue un sueño cumplido para un chico joven que está empezando en el mundo del fútbol.

Explicas que lo llevas con normalidad pero para un chico joven, recién llegado del fútbol no profesional, ¿fue sencillo gestionar ese salto?

- Sabes qué pasa. Llegar al primer equipo del Celta era un sueño. Entonces poder haber estado ahí, que es lo que siempre soñaste de pequeño, estaba como un niño pequeño. Entrenando con los jugadores que veías por la tele, que ibas a ver ahí desde pequeño, entonces para mí era admiración por todo lo que había.

Una concentración de hotel, ir a un vídeo a una charla o simplemente entrenar en ese campo con esos balones para mí era un regalo todo. Entonces lo vivía y lo disfrutaba como si mañana no lo fuera a vivir. Lo disfrutaba como si fuese el último día que iba a disfrutarlo.

Viviéndolo de esta manera para ti regresar al Celta Fortuna no supuso ningún tipo de decepción.

- No, creo que siempre tuve los pies en el suelo, sabía cuál era mi equipo. Yo soy jugador del Celta Fortuna, mi equipo es este, mis compañeros son estos. Tuve la oportunidad de gozar de varios entrenos y algún partido con el primer equipo, pero sabía que mi equipo era y es el Celta B. Así que fue un periodo que estaba con el primer equipo y que tenía que disfrutarlo.

Desde bien pequeño te has comportado como un deportista profesional. Siempre has sido muy estricto con tus entrenamientos, con tu dieta ¿Esa mentalidad es la que te ha llevado hasta aquí?

- Sí, estoy convencido de eso al cien por cien. El ochenta o el noventa por ciento es siempre trabajo. Le dedico mucho tiempo. Cuando estoy en la ciudad deportiva trato de llegar siempre antes y trato de marcharme siempre de último. Le dedico mucho tiempo, hago gimnasio antes, después del entreno, si tengo que tratar me me trato y siempre trato de estar concentrado en los entrenamientos. También le dedico mucho tiempo fuera, que es el trabajo invisible que no se ve.

Una gran parte viene de ahí, de hacer entrenamientos fuera, de tener un buen descanso, una buena alimentación, de estudiar los vídeos que vimos, el volver a repasarlos en mi casa para llegar más concentrado al partido y sabiendo cuál es el plan de partido. Hay mucho trabajo que es el que me ha llevado hasta aquí en el fútbol.

Para ti la profesión de futbolista no se reduce solo al trabajo que hacéis en la ciudad deportiva.

- Los deportistas lo son las 24 horas del día, los 365 días del año. Es algo que la gente me pregunta, si no lo paso mal. Si te gusta no lo pasas mal y no sufres.

En una temporada y media te has entrenado con el Chacho Coudet, Carlos Carvalhal y Claudio Giráldez ¿Con qué te quedas?

- Cada uno es diferente. Tengo más cosas de Claudio porque es con el que más tiempo estuve. Claudio es el que más se ha parado a formarme y a enseñarme vídeos individuales para mi mejora. Entonces me quedo con muchas cosas de cada uno, pero si te las puedo enumerar creo que no acabo.

Llegáis al partido ante el Teruel después de cuatro derrotas consecutivas donde el resultado no refleja el juego que habéis realizado ¿Qué crees que os está pasando en estos últimos partidos?

- Es un pequeño parón. Son pequeños detalles, el fútbol es eso pero creo que estamos haciendo muchas cosas bien, que es lo importante. Tenemos que trabajar para pulir esas pequeñas cosas que nos están a lo mejor fallando. Pero creo que el camino es el que llevamos hecho toda la temporada. Está siendo muy buena temporada y creo que tenemos que pulir esas pequeñas cosas. El vestuario está muy tranquilo. Los ánimos son los de siempre, hay el buen rollo de siempre y no hay problema en ningún aspecto.

El ambiente es el mismo, siempre de bromas, entrenando siempre al cien por cien así que estamos tranquilos sabiendo que tenemos que mejorar ciertas cosas pero es que estamos en edades de mejorar. Es mejor que nos pase ahora esto que que nos pase a final de temporada cuando a lo mejor hay más cosas en juego.

¿Qué os cuenta Claudio Giráldez?

- Nos dice que estemos tranquilos. Creo que hacemos muchas cosas bien, muchísimas. Sí que es cierto que estamos fallando un poco en algunas cosas, pero son pequeños detalles, que nos están costando caras.

A pesar de esas cuatro derrotas la temporada está siendo sobresaliente.

- Sí, la temporada es muy buena. Creo que también haber hecho o estar haciendo una temporada tan buena nos da el privilegio de poder fallar esos partidos y seguir en la arriba en la tabla.

El entrenador siempre recuerda que vuestro objetivo es salvar la categoría de la mejor manera posible y formaros para dar el salto al fútbol profesional. Aún así es complicado no ilusionarse con los puntos que ya tenéis para soñar con objetivos más ambiciosos e ilusionantes.

- El objetivo es aprender, es formarnos para poder llegar algún día a estar en el fútbol profesional y, obviamente, el objetivo era y sigue siendo la salvación pero a medida que va llegando tenemos que ser ambiciosos y pensar en lo próximo. Si  podemos quedar cuartos, no quedamos sextos. Si quedamos sextos, no queremos quedar octavos.

Y qué objetivo te marcas hasta final de temporada ¿Mejorar tus números del Compos?

- La verdad es que me gustaría muchísimo mejorar los números del Compos. No voy a decir que no valore eso pero quiero seguir aprendiendo y seguir formándome. Cada año que pasa soy un jugador diferente con cosas nuevas y quiero que siga así.

En ese proceso de mejora personal te ha tocado jugar de carrilero en defensa, de extremo por ambas bandas o de delantero centro. ¿En dónde te encuentras más cómodo?

- Ahora mismo me encuentro muy cómodo de delantero, porque llevo jugando mucho ahí. Este año me tocó todo ahí, entonces lo tengo más familiarizado ahora mismo pero creo que cualquier posición en la que me vea el entrenador es la adecuada. Yo estoy para lo que mande y necesite el míster.

Volvéis a Barreiro

- No hay excusas. Obviamente que preferimos jugar en Balaídos, un campo grande y con un césped perfecto. Pero si nos toca Barreiro no es excusa. Ya ganamos ahí, sabemos cómo hacerlo y estoy seguro vamos a ganar otra vez.

Y tanto en Barreiro, como en Balaídos o fuera de casa tenéis una Grada de Animación que ha crecido alrededor del Celta Fortuna.

- La verdad es que es un orgullo. Es increíble que a un filial mueva tanta gente, siga tanta gente, le apoye tanta gente. Es una locura, el último partido en Balaídos con toda la afición, que parecía un partido de Primera División. Son cosas que no se pueden describir, y más siendo celtista.